El Club Deportivo Mirandés es, con once goles en contra, uno de los equipos más goleados de LaLiga SmartBank. El cuadro de Lolo Escobar ha encajado hasta la fecha once goles, un dato que solo empeoran el colista Alcorcón (una única victoria, la de Anduva, en ocho jornadas) con 17 tantos encajados y el Cartagena, tras dos derrotas abultadas consecutivas, con catorce. Igualan el dato otros dos equipos en dificultades, el Amorebieta (penúltimo) y el Lugo, fuera de puestos de descenso pero con los mismos puntos que Girona y Zaragoza.
Las dificultades atrás es un peaje a sufrir, y así asumido, por la Dirección Deportiva. La bisoñez de la plantilla, la inexperiencia en la categoría de sus jugadores, propicia en ocasiones errores de bulto, y conlleva también la falta de contundencia en momentos clave. Pese a ello, el equipo ha arrancado la temporada bien, con resultados positivos y un fútbol más que aceptable, aunque las dos últimas derrotas han alejado al Mirandés de la zona alta y le aproximan a los puestos bajos justo antes de iniciar un tramo complicado del campeonato.
“Llevamos ocho jornadas, las acciones de balón parado nos están jodiendo y tenemos que pensar y aprender de errores como el del gol del Burgos y corregirlos”, advertía ayer Simón Moreno, revulsivo en el duelo de El Plantío. La semana pasada ya había apuntado a esta circunstancia Brugui y en la previa el técnico, Lolo Escobar, aludía a evitar cometer faltas laterales sabedor de los problemas de sus hombres y el poderío del rival en esas acciones.
“El gol llegó de la única forma en la que podía llegar, a balón parado”, lamentaba también ayer Moreno. Y era una evidencia que así era, ya que los de Julián Calero solo crearon peligro real en el gol de Grego Sierra y en otra acción mal defendida de balón parado en la que Arroyo evitó sobre la línea el gol de Juanma. Un balance negativo en estrategia que se suma a situaciones previas que han lastrado clasificatoriamente a los jabatos.
Han encajado, además del tanto de penalti en el Heliodoro Rodríguez López, cuatro goles en faltas laterales los mirandesistas, todos decisivos. En la tercera jornada del campeonato, en El Molinón-Enrique Castro ‘Quini’, Babin abrió el marcador en el minuto 34 al aprovechar un mal despeje (2-1 final). En la quinta jornada, en Anduva, el Alcorcón se llevó los puntos en juego tras adelantarse en el minuto 62 en el electrónico con un cabezazo de Asencio (1-3 final). Un par de jornadas después, también en Anduva, el Leganés se llevaba la victoria al remachar Javi Hernández tras una mala salida de Lizoain en el minuto 79 (1-2). El domingo en El Plantío el único tanto del encuentro llegaba igualmente tras acción ensayada al filo del descanso (1-0).
Cuatro derrotas en ocho jornadas para el Mirandés (por tres victorias y un empate) y todas ellas, con mejor o peor juego, marcadas por un error defensivo en estrategia. “Hemos trabajado toda la semana para evitar determinadas situaciones”, afirmaba Escobar antes de viajar a Burgos. Sin duda, necesitan seguir ajustando conceptos y marcas los rojillos para evitar problemas mayores durante la temporada.
