Faltan cinco jornadas por disputarse en Primera, seis en Segunda División, y el regreso del público a las gradas parece que aún es posible antes de que concluya la actual temporada. LaLiga (con los clubes), el Consejo Superior de Deportes y el Gobierno trabajan desde hace semanas en la posibilidad de que el fútbol profesional deje de disputarse a puerta cerrada este mismo mes de mayo, aunque las posiciones no son unánimes y el visto bueno final dependería del Ministerio de Sanidad. El mejor escenario posible habla del fin de semanal del 8 y 9 de mayo como la fecha del retorno a las gradas, aunque la fecha se acerca sin que haya ‘quorum’. La medida se extendería también a la Liga Endesa de baloncesto.

El último partido de fútbol profesional que acogió público en España se disputó hace ya casi 14 meses, el 8 de marzo de 2020, cinco días antes de declararse el primer estado de alarma y decretarse el confinamiento de la población. En Anduva, el último partido con público fue la vuelta de las semifinales de Copa del Rey ante la Real Sociedad (0-1) el 4 de marzo y, tres días antes el Girona (1-1) se disputó el último choque liguero en el que los tornos de Anduva han estado operativos. LaLiga en Primera y Segunda regresó en junio pero ya con las gradas vacías… como sigue en la actualidad y seguirá este fin de semana. Paradójicamente, sí se puede ir a ver al filial del Mirandés, que compite en Tercera División, aunque con limitaciones de aforo. Algo que no sucede en todas las regiones, puesto que cada cual tiene unos protocolos establecidos que han dejado en Segunda División B imágenes tan llamativas en las últimas semanas como el feudo del Badajoz con una sensación de lleno total mientras los equipos vascos siguen compitiendo a puerta cerrada.

Está por ver si el siguiente fin de semana, como desea LaLiga (el Mirandés recibe al Fuenlabrada el domingo 9 a las 14:00 horas), ya pueden los aficionados sentarse en las gradas. En caso de hacerlo, será con aforos limitados, solo para seguidores locales, manteniendo en todo momento la distancia de seguridad, con las mascarilla puesta, con los bares cerrados para evitar contagios y con entrada y salida escalonadas a los estadios para evitar aglomeraciones.

La gran mayoría de equipos desean que cuanto antes pueda volver su gente por dos motivos: el económico, por la reducción de ingresos que supone la no presencia de los mismos, y por sentir el aliento de los suyos en la recta final en busca de la consecución de objetivos. Pero las circunstancias sanitarias parecen frenar el impulso.

En LaLiga parece unánime el sentimiento de que si no es posible regresar en todos los estadios, no se hará en ninguno para evitar desigualdades competitivas. Y ahí es donde la postura del Gobierno vasco podría resultar determinante. Desde el Eusko Jaurlaritza se considera que es precipitado permitir a las aficiones regresar a los estadios (Euskadi tiene los peores datos pandémicos de la cuarta ola), por lo que parece difícil que en menos de nueve días se vaya a cambiar dicha opiniópn o que se vaya a ‘obligar’ a los equipos vascos a permitir el acceso a aficionados en contra del criterio de sus gobernantes. De no ser posible el fin de semana del 9 de mayo se sitúa la otra posible fecha en el fin de semana del 15-16 de mayo (los rojillos jugarán en el Anxo Carro de Lugo). Si no es ninguna de ellas, el público no volvería al menos hasta la próxima temporada, ya que se pretende que cada club tenga pendiente el mismo número de encuentros por disputar como local.

Al Mirandés se quedan por disputar tres encuentros ligueros en Anduva: ante el Fuenlabrada el domingo 9; ante el Leganés en jornada entre semana (18-20 de mayo) y el fin de semana del 29 y 30 de mayo ante el Sabadell.

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