Aunque los casos de gastroenteritis aguda están remitiendo en Miranda de Ebro, todavía hay personas afectadas. El pasado jueves 2 de mayo el Servicio Territorial de Salud comenzó a investigar un cuadro multitudinario de vómitos y diarreas en la ciudad, descartando que el foco del contagio fuese el agua, ya que los análisis no «hacían sospechar» de su relación con el cuadro de vómitos y diarreas.
Un día después, desde el Servicio Territorial de Sanidad de Castilla y León se informó al Ayuntamiento de Miranda de Ebro que un norovirus podría ser la causa del brote de gastroenteritis aguda que había afectado a muchos ciudadanos mirandeses.
Como consecuencia del brote de casos de gastroenteritis, en la mañana del jueves día 2 se tomaron muestras en diferentes puntos de la red de abastecimiento de agua potable con el fin de realizar un análisis microbiológico en laboratorio certificado.
Los resultados obtenidos concluyen que el agua potable de la red municipal cumple todos los parámetros sanitarios. Concretamente, certifica la ausencia de microorganismos aerobios, bacterias coliformes, escherichia coli, enterococos intestinales, clostridium perfringens y esporas.
Por lo tanto, se cumplen con los requisitos del Real Decreto 3/2023, que tiene por objeto establecer los criterios técnico sanitarios del agua de consumo, su control y calidad de suministro. Esto, unido a que las muestras tomadas en días anteriores certificaban que el agua en depósito había permanecido tratada en todo momento, «permite reafirmar que el agua suministrada por la red municipal ha sido siempre potable, cumpliendo con los estrictos requisitos sanitarios», señalan desde el Ayuntamiento.
“Desde el primer momento hemos actuado con diligencia, se ha comprobado que nuestro sistema ha funcionado, velando por la calidad de un suministro básico y la salud de la ciudadanía”, ha manifestado Guillermo Ubieto, quien ha remarcado «que en situaciones como la vivida la población no actúe por impulsos y confíe en las fuentes oficiales. No ha habido ni alerta sanitaria ni prohibición de uso del agua del grifo ni recomendación de ninguna autoridad sanitaria en ese sentido. Se demuestra que los servicios municipales funcionan”.
Además, el concejal ha hecho un llamamiento a la responsabilidad “y a la no difusión de bulos o información no contrastada que generan una alarma social innecesaria. Ejemplo de esto es que se llegó a difundir una noticia de un vertido de fenol datada en 1979 como si fuese actual”.
