Ante este episodio de calor intenso como el que estamos viviendo estos días, el Ayuntamiento de Miranda de Ebro ha publicado una serie de recomendaciones para combatir las elevadas temperaturas, que superarán los 40 grados según avance la semana.
En este sentido advierte de que deben estar especialmente protegidas las personas mayores, discapacitadas y niños menores de cinco años. También los enfermos crónicos, personas que tomen medicación habitualmente o aquellos que realizan trabajos físicos intensos al aire libre.
Y es que el exceso de calor puede producir efectos nocivos como calambres, agotamiento y malestar, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, o deshidratación. La consecuencia más extrema es el golpe de calor, que produce náuseas, vómitos, dolor de cabeza, piel caliente y enrojecida, aumento de la temperatura corporal por encima de los 40 grados, inestabilidad al andar y mareos, pudiendo llegar a tener convulsiones y coma.
Por eso el Consistorio mirandés recomienda evitar salir de casa durante las horas centrales del día y beber más líquidos sin esperar a tener sed. Es recomendable evitar comidas copiosas y comer menos cantidad, pero más veces al día. También es conveniente reducir la actividad física al aire libre y descansar con frecuencia a la sombr, usando ropa ligera y de colores claros, sombrero, gafas de sol y cremas protectoras solares.
En casa es recomendable bajar las persianas y cerrar las ventanas, abriendolas por la noche para ventilar. Durante nuestra estancia en casa es hay que utilizar las habitaciones más frescas, y también es importante mantener los alimentos en el frigorífico y vigilar siempre las medidas higiénicas de conservación.
Cuando se estacione el coche en la calle hay que evitar dejar en el interior a niños o ancianos con las ventanillas cerradas.
Actuar ante un golpe de calor
Si una persona sufre un golpe de calor, hay que llamar rápidamente a emergencias sanitarias (1-1-2) y colocar al enfermo en un lugar con sombra. Si está consciente, hay que colocar la cabeza ligeramente elevada, y ofrecerle abundante agua, quitandole la ropa para airearle. También es conveniente refrescarle con agua fría o hielo, sobre todo la cara y axilas.
Si la persona está inconsciente hay que colocarla tumbada de lado, con las piernas flexionadas. Es importante evitar dar líquidos a una persona inconsciente.
