El incendio que se produjo en la Sierra de la Culebra, en Zamora, se ha convertido ya en el peor que ha visto la Comunidad Autónoma de Castilla y León en toda su historia y el más grave de España en la última década.
Los rayos que cayeron durante la noche del pasado miércoles, 15 de junio, han provocado que más de 30.000 hectáreas hayan quedado totalmente calcinadas.
Ante esta grave situación, diversos colectivos están mostrando su disconformidad por la gestión que se está realizando desde la Junta. Es el caso de ATIFCYL, la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León, que ha convocado una manifestación para el miércoles 22 en la que reclamarán al ejecutivo autonómico que el operativo de incendios se refuerce y tenga continuidad a lo largo de todo el año.
Y es que en la región el operativo antincendios arranca el 1 de julio, momento en el que la Junta declara el periodo de alto riesgo de incendios y se instala buena parte de los puestos de vigilancia, básicos para localizar los focos de los incendios.
Por su parte, el delegado autonómico y nacional del del área de Medio Ambiente de CSIF Castilla y León, Marcelino Arribas, ha denunciado la «nefasta gestión» de la Junta de Castilla y León en cuanto al operativo anti-incendios forestales, calificando de «auténtica negligencia» lo que ha ocurrido ante este incendio.
Arribas recuerda que el pasado día 14 CSIF pidió a la Junta que se adelante la activación de la totalidad del operativo, para adaptarse a las nuevas condiciones climatológicas que se están produciendo, como consecuencia del cambio climático, “algo que venimos reclamando desde hace años”.
En este sentido, el delegado de CSIF de Medio Ambiente lamenta que días después de que la Junta ratificara la decisión de esperar hasta julio para declarar el periodo de algo riesgo de incendios se haya producido incendio de Zamora: «Por desgracia, los hechos nos han dado la razón, y no sabremos que habría pasado si hubiera estado el operativo anti-incendios al 100%«, concluye Arribas.
Por suerte, la bajada de temperaturas ha facilitado que se puedan estabilizar las llamas, permitiendo a los vecinos desalojados regresar a sus casas.
