A menos de dos semanas de la celebración de Semana Santa, las autoridades sanitarias han dado el visto bueno para que las procesiones recorran las calles de Miranda a partir del próximo 11 de abril. Sin embargo, esta autorización por parte de los responsables sanitarios no asegura la celebración de los diferentes pasos, ya que no hay personal suficiente para sacarlos a las calles.

Esta situación genera «una incógnita» a la hora de saber si los pasos podrán salir finalmente por las calles de Miranda, según comenta José Antonio San Juan, integrante de la Cofradía del Cristo Crucificado: «está todo en el aire», advierte.

San Juan echa en falta principalmente la presencia de gente joven, ya que la gente que está «comprometida» con estos actos es mayor y poco a poco se va reduciendo en número por la falta de relevo generacional, advierte el propio párroco.

Pese a esta incertidumbre, San Juan asegura que la preparación y disposición de las imágenes seguirá adelante hasta el último momento. «Ya se están preparando los pasos con la intención de que salgan todos ellos, aunque si finalmente el día que toca no hay gente, se quedarán en las iglesias», comenta con tristeza.

Y es que el integrante de la Cofradía del Cristo Crucificado teme que este acto tradicional no se celebre y acaba cayendo en el olvido- «No vamos a negar que es una situación comprometida. Si este año, después de dos de pandemia sin poder salir, los pasos se tienen que quedar en los templos, la tradición se perderá», afirma. «Una vez muerta, será mucho más difícil poder recuperarla», añade San Juan.

En cuanto a las razones de esta ausencia de voluntarios para sacar los pasos a las calles, el párroco considera que la lejanía de la juventud con la religión puede ser una de ellas. Sin embargo, aleja la Semana Santa del elemento únicamente religioso para hablar de un «evento social» que beneficia a todos, creyentes y no creyentes. «La Semana Santa no es solo un evento religioso, sino que también es un atractivo más de la ciudad», señala. «Haro -añade- tiene una Semana Santa muy reconocida y van muchos mirandeses que acuden a sus procesiones», asevera. «Esto hace que gasten dinero en la ciudad», recuerda, lo que lleva a este sacerdote a hacer un nuevo llamamiento para involucrarse con la Semana Santa mirandesa. «A parte del aspecto religioso, es un evento que puede suponer un beneficio general para Miranda», aclara.

José Antonio San Juan, además, destaca como otro de los atractivos de los pasos mirandeses la calidad de las imágenes, tallas del siglo XVIII.

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