2024. Esta es la fecha prevista por el Gobierno central para implantar los peajes en todas las autovías y autopistas de España. Una medida que prevé implantarse progresivamente, comenzando por las carreteras consideradas como vías rápidas para extenderlo por toda la red vial del país, tanto nacionales como regionales.
Esta medida está incluida dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia presentado a la Comisión Europea para poder acceder a las ayudas de Bruselas. El objetivo es costear el mantenimiento de la red de carreteras, con unos costes crecientes que generan un déficit en los recursos presupuestarios. De esta forma el Gobierno cobrar a los usuarios bajo la premisa de «quien contamina paga».
Sin embargo el Gobierno quiere plantear un sistema de «tarifas asumibles». Por el momento se baraja un cifra de entre 3 y 5 céntimos por kilómetro en autovías y autopistas, independientemente de que estas sean actualmente gratuitas o de pago. De esta forma viajar de Burgos a Miranda de Ebro, en el tramo de la AP-1 liberada el pasado 1 de diciembre de 2018, nos volvería a costar dinero.
Con 84 kilómetros de distancia entre la capital burgalesa y la ciudad del Ebro, deberíamos abonar unos 3 euros con esta nueva fórmula de pago en carreteras. Por otro lado, viajar de Miranda a Vitoria, con unos 20 kilómetros de autovía, nos costaría unos 0,80 céntimos.
Esta tarifa deberemos pagarla de implantarse la medida todos los usuarios, por lo que el Gobierno prevé llevar a cabo una campaña de «concienciación y sensibilización» dirigida a la población en general y a los transportistas. También plantean bonificaciones de pago a ciertos colectivos con necesidades económicas o usuarios habituales de ciertos tramos de carretera.
