Jesús Reguillos, nacido en Daimiel y conocido deportivamente como Limones, tendrá que buscar un nuevo destino. Con Lizoain renovado y Ramón Juan firmando por dos temporadas, al portero se le cierran las puertas de Anduva.

Un estadio al que llegó en un momento duro. El Mirandés, tras cinco campañas en Segunda, había consumado su descenso a Segunda B en una muy mala campaña en la que hasta cuatro técnicos se habían sentado en el banco sin dar con la tecla. El último de ellos, Pablo Alfaro, continuó sin embargo como entrenador para buscar el retorno, y su apuesta para la portería fue un ya veterano portero con nueve campañas de experiencia en la categoría, las cuatro últimas en el Cartagena.

Limones no tardó, por su profesionalidad y su compromiso, en meterse en el bolsillo a la grada de Anduva. Fue intocable en una primera campaña en la que el sueño del ascenso se esfumó en semifinales del play off tras desaprovechar un 0-1 favorable ante el Extremadura. Y también en la siguiente temporada, en la que Borja Jiménez llevó al equipo nuevamente al fútbol profesional. Limones volvió a ser un muro, pero sin duda será recordado por todos los rojillos gracias a su providencial actuación en la última jugada del partido que dio el ascenso al Mirandés. Los jabatos habían ganado 2-0 en la ida en Anduva, y en la vuelta en Son Malferit un gol de Matheus en el minuto 17 parecía dejar todo visto para sentencia.

Pero quedaba mucho sufrimiento. No lo parecía cuando Nuha recortó distancias para el Atlético Baleares en el minuto 56, se intuía cuando llegó el 2-1, obra del mismo jugador. Y quedó latente cuando, con un cuarto de hora aún por delante (minuto 78), Marc Jiménez hizo el 3-1 para los de Mandiola. Un gol más de los baleares tiraba por tierra todo el trabajo. Los nervios estuvieron a flor de piel en todo momento, peor no le pesaron a Limones para sacar una mano prodigiosa en el minuto 93 de partido y certificar el ascenso rojillo.

Una acción que quedará marcada a fuego en el recuerdo del paso de Limones por el Mirandés, pero no por ello una acción aislada. Limones, ya con 33 años, fue el portero titular de Iraola en la histórica campaña 2019/2020, en la que los jabatos certificaron con suficiencia la permanencia y alcanzaron las semifinales de la Copa del Rey, también con Limones bajo palos. Solo Lizoain, en la segunda vuelta, le restó algo de protagonismo, cuando el técnico guipuzcoano optó por rotar.

En su última campaña como rojillo, Limones perdió protagonismo por el empuje de Lizoain. El de Daimiel comenzó como titular en las cuatro primeras jornadas, pero en cuanto Lizoain recuperó su mejor forma tras superar la Covid-19, se asentó en la titularidad y el capitán pasó a ser un integrante más del banquillo. Siguió, aún así, compitiendo al máximo, empujando para hacer mejor a su compañero. Y en la recta final de Liga SmartBank dispuso de dos últimas titularidades (en Oviedo y ante el Sabadell) para poner fin a sus cuatro campañas en Anduva bajo palos. Cuatro campañas en las que ha defendido en 129 ocasiones las redes rojillas.

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