Gustavo Conde | El Mirandés recibe al Girona en Anduva con la mente puesta en sumar tres nuevos puntos, que le acercan aún más a la permanencia en la categoría. Los rojillos se miden a un equipo necesitado igualado en la tabla, pero buscando es ascenso. La escuadra rojiblanca se encuentra a siete puntos de los puestos de playoff, después de acumular dos derrotas consecutivas.
José Alberto y sus pupilos no desvían su atención del próximo partido. Solo interesa eso, no mirar más hacia arriba en la clasificación que pueda despistar a la plantilla como ya sucedió en la negativa dinámica de resultados de hace un mes. “Desde el principio de la temporada hablamos de ser un equipo equilibrado y creo que lo estamos siendo. Las sensaciones sirven de poco. Solo sirve competir y ganar cada partido. La exigencia nos la ponemos nosotros día a día. Todos los equipos tienen un bache a lo largo de la liga y hemos salido más fuertes”, apunta el técnico asturiano.
Por su parte, el Girona busca la reacción sobre el césped de Anduva. El conjunto que dirige Francisco inició con buen pie la segunda vuelta tras doblegar al Espanyol, pero los dos últimos tropiezos han sentado como un jarro de agua fría en los rojiblancos: “Es un equipo que sabe comportarse con y sin balón. Destaca en su faceta ofensiva porque tiene jugadores con mucho talento individual y peso en el área con Stuani. Está claro que el instinto asesino nunca se pierde”.
No se esperan cambios en el once inicial rojillo, salvo Vivian que regresa tras cumplir un partido de sanción. El resto podrían ser los mismos que derrotaron al Castellón en su propio feudo. Carlos Julio, Jackson y Schutte continúan en el dique seco por lesión.
