Emoción y mucho sentimiento han corrido a raudales desde el balcón del Ayuntamiento, inundado una plaza de España abarrotada de mirandeses que se agolpaban para dar la bienvenida a las fiestas de San Juan del Monte. Y es que Miranda de Ebro ha dado este viernes el pistoletazo de salida oficial de estas fiestas sanjuaneras con la lectura del pregón, a cargo de la familia del emblemático Benito Pobes.

El primero en dirigirse al público fue el presidente de la Cofradía, Roberto López de Davalillo, quien aseguro que «ha sido todo un éxito atrasar el pregón al viernes». Tras agradecer a los mirandeses su asistencia, así como el trabajo de la nueva Junta Directiva, que se estrena en estas fiestas, instituciones y colaboradores, animó a disfrutar de la fiesta «con educación y respeto, y con gran espíritu sanjuanero». Antes de dar la palabra al pregonero, de nuevo volvió a recordar que son «las fiestas del pueblo, y para el pueblo».

Nuño Fernández Pobes, nieto del que fuera presidente de la Cofradía, fue el encargado de leer el escrito elaborado por toda su familia, que con un profundo amor y cariño ha querido «mantener vivo el espíritu del inolvidable Benito». «Emotivo, familiar y profundamente mirandilla», así describían cómo sería el pregón, antes ni siquiera de escribirlo. Y así fue. Nuño comenzó su discurso como lo hizo su abuelo cuando fue pregonero de las fiestas hace 16 años. «Sus palabras de presentación siguen siendo igual de válidas ahora y entonces», aseguró el joven.

En su discurso hizo mención a las diferentes formas de vivir San juan del Monte, pero compartiendo un mismo sentimiento. «Colocarnos la blusa es llenarse de un espíritu especial de amistad, generosidad, simpatía y afán por divertirse evitando los enfrentamientos», aseguró, insistiendo en que las nuevas generaciones lo han aprendido «de los viejos sanjuaneros que les precedieron».

Tras advertir de que la fiesta se ha transformado y evolucionado, añadiendo actos que se han convertido en tradiciones, aseguró que el espíritu de las fiestas de antaño se mantiene intacto, con el afán de «compartir esta noble tradición mirandesa con la cuadrilla». Al mismo tiempo animó a todos los que han llegado de fuera a integrarse en las cuadrillas, «como la mejor forma de vivir las fiestas».

Tuvo palabras también para las cuadrillas que este año están de aniversario, como la cuadrilla El Alboroto, que cumple 75 años, o las cuadrillas Los Brindis y Los Peques, por su 50 aniversario. Y como no podía ser de otra manera a Los Hijos de la Antonia, «tan importante para Benito y toda su familia» y que el próximo año celebrarán los 75 años de historia.

Y por último hizo mención a su abuelo, que «está presente en cada uno de sus recuerdos y de los actos de nuestras fiestas». Tras asegurar que para todos aquellos que han perdido a un miembro de su familia este año «no va a ser un San Juan más», el joven animó a hacer un brindis en honor a todos los seres queridos con los que un día compartimos el espíritu sanjuanero. «Nunca faltareis», sentenció, asegurando que el recuerdo de su abuelo «se hace más presente que nunca en fechas como la de hoy».

Al mismo tiempo recordó que la continuidad de la Cofradía era una de las preocupaciones de su abuelo Benito, «que encontró mucha paz con el paso al frente de la actual Junta Directiva». Por eso animó a ser comprensivos y a apoyar cada uno de los actos programados con motivo de las fiestas.

Y, como no podía ser de otra forma, el discurso culminó con un grito que estuvo secundado por toda la plaza: ¡Viva las fiestas de San Juan del Monte y viva Miranda!

Tras el pregón, la alcaldesa de Miranda, Aitana Hernando, también se dirigió a los mirandeses, elogiando lo «sentido y emotivo» de un pregón dedicado a Pobes. «Siempre te llevaremos en nuestro recuerdo y en nuestros corazones».

Tras el pregón, el cohete anunciador daba el pistoletazo de salida a las fiestas. Los allí presentes pudieron disfrutar de la interpretación del himno a San Juan del Monte y del himno de Miranda, interpretados por la Banda Municipal de Música.

Este año la imposición de los pañuelos se realizó antes del pregón, a diferencia de fiestas anteriores. La cuadrilla «Los que Faltaban», ganadores del Desfile del Blusa del año pasado, impusieron los pañuelos a los monumentos de los sanjuaneros, y los voluntarios de Protección Civil hicieron lo propio en los leones de la ciudad.

Los ochotes La Jarana y Venimos Cantando fueron los encargados de poner el broche final a esta emotiva jornada con la interpretación de canciones típicas del repertorio sanjuanero en dos establecimientos de la ciudad.

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