El encuentro de mañana entre Burgos y Mirandés es especial. Por la rivalidad, por el ambientazo que se vivirá en un El Plantío prácticamente lleno… aunque para un futbolista será aún más especial. Se trata de Alfonso Herrero, quien ahora defiende la meta rojilla pero el pasado curso se puso bajo los palos de los blanquinegros.

No queda claro, máxime tras estar el jueves en el banquillo en el duelo ante el Levante, si Herrero será mañana el portero del Mirandés en la que hasta hace poco era su casa. Sin duda, si el ‘13’ se enfunda la camiseta de titular, deberá tener nervios de acero, porque el ambiente se presume más que hostil para él.

Herrero, formado en la cantera del Real Madrid, llegó al recién ascendido Burgos el verano de 2021 tras un mal año en las filas del Marbella, de Segunda B, donde el equipo había descendido a Tercera. Herrero, que tenía experiencia en el fútbol profesional de la mano del Real Oviedo (43 encuentros en cuatro campañas) se reenganchaba al fútbol profesional y aprovechaba su oportunidad al máximo. Pese a llegar en teoría para ser el segundo portero, comenzó defendiendo la portería al tardar en cerrarse la llegada de Caro. Y lo hizo de manera sobresaliente, lo que le sirvió para ser, durante buena parte de la campaña, el elegido en el once inicial.

Herrero, así, disputó 28 de los 42 partidos ligueros y mantuvo su portería a cero en ocho ocasiones. Cuando llegó el verano, parecía claro que continuaría, pero no hubo acuerdo entre las partes y el Burgos optó por otros nombres (el propio Caro y Dani Barrio). Herrero, que pensó que tendría una amplia nómina de pretendientes, se encontró a mediados de julio sin equipo y con pocas porterías de la categoría abiertas, pero la no renovación de Raúl Lizoain hizo que los intereses del Mirandés y de Herrero se cruzaran, cerrándose la llegada del toledano a Anduva en apenas unos días.

La operación causó mucho revuelo y la hostilidad se acentuó tras la presentación del meta como rojillo. “Sí”, respondió cuando se le preguntó si fichar por el Mirandés era un paso adelante en su carrera, lo que caldeó aún más los ánimos entre los aficionados blanquinegros, que ‘anuncian’ un infierno para Herrero si es titular.

Como rojillo, Herrero no arrancó en el once, siendo suplente de Ramón Juan en las primeras cuatro jornadas. En la quinta, ante el Andorra, apareció por vez primera en el once, y el debut no fue bueno. Pese a ello, Etxeberria le mantuvo y con él los rojillos enlazaron su mejor momento, que les llevó a sumar en tres jornadas consecutivas.

Sin embargo, el jueves Herrero regresó al banco. Lo que deja abiertas todas las dudas sobre si Alfonso Herrero deberá enfrentarse a una afición que hace solo cinco meses le idolatraba.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí