La alcaldesa de Miranda de Ebro, Aitana Hernando, se ha mostrado molesta tras la decisión de la consejería de Sanidad de la Junta, de descartar el cribado masivo con test de antígenos de segunda generación previsto en la ciudad.
Hernando ha señalado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local y ante preguntas de los periodistas que mantiene la lealtad institucional con el Gobierno autonómico y respeta las decisiones que toma, si bien no entiende este cambio de rumbo en apenas unos días.
Así ha explicado que el Gobierno autonómico defendía en todo momento el cribado masivo como una herramienta eficaz para detectar positivos asintomáticos en Miranda, solicitando al Ayuntamiento la búsqueda y puesta a disposición de un emplazamiento para poderlo llevar a cabo. El Consistorio mirandés propuso el Polideportivo de Anduva como lugar para poder realizar estos test, a la espera de conocer la fecha exacta para hacer el cribado.
El planteamiento inicial, según ha advertido Hernando, era realizar el primer cribado en San Andrés del Rabanedo, y continuar al fin de semana siguiente en Miranda. Sin embargo, finalmente la Junta decidió hacer el segundo testeo masivo en Aranda de Duero el pasado fin de semana, y descartar por el momento el de Miranda, ante la mejora de los datos epidemiológicos en la ciudad.
En este sentido la alcaldesa de Miranda advierte que la Junta necesita destinar todos estos recursos en la capital burgalesa, con unos datos muy preocupantes. «Es el único motivo, porque si esta herramienta es positiva y necesaria hace unos días, también lo es hoy en Miranda a pesar de la mejora de la incidencia», asegura la regidora municipal.
De hecho, ya ha trasladado esta postura a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien ha confirmado que no se realizará este cribado masivo, si bien se aumentará el número de test en la Atención Primaria y en urgencias de Miranda.
«No podemos cambiar de postura porque los datos mejoren», insiste la alcaldesa, que entiende las explicaciones de la Junta, teniendo en cuenta la situación de Burgos capital, aunque no lo comparta.
De esta forma el Ayuntamiento mirandés mantiene su apoyo a la actividad económica de la ciudad en todas sus vertientes, y entiende la desesperación de comerciantes y hosteleros, al tiempo que ha pedido a la administración autonómica su apoyo para que «contribuya a paliar los daños que están provocando las medidas restrictivas en los negocios de la ciudad».
