El concejal de Seguridad Ciudadana, Pablo Gómez, ha confirmado este miércoles que el Ayuntamiento de Miranda de Ebro ha dado luz verde a un modificado de crédito mediante el cual pretenden transferir y dotar con 48.000 euros la partida destinada a la renovación del vestuario que utilizan los efectivos del Cuerpo de Policía Local, así como para otros gastos que no se han indicado.
La partida de la que sale este montante es la correspondiente a la reparación y mantenimiento del edificio de la comisaría de Policía Local, teniendo en cuenta que el coste de esta obra supera el importe previsto inicialmente por el Consistorio mirandés. «Por eso se destina este dinero a otra cuestión que ya teníamos prevista», ha indicado el edil.
Pese a lo que pudiera parecer, este modificado de crédito «no tiene nada que ver con las reivindicaciones» que desde hace varias semanas vienen reclamando los integrantes de la plantilla de Policía Local. Así lo trasladaba el concejal de Seguridad Ciudadana, Pablo Gómez, quien es además quien ha mantenido las negociaciones en representación del Ayuntamiento durante estos meses.
El edil socialista ha explicado también que este gasto ya estaba previsto para este año 2022 y que las reivindicaciones de Policía Local «no tienen nada que ver con el vestuario o los vehículos, que fue a lo que se aludió en un primer momento», sin embargo ha insistido en que «ese capítulo ya ha pasado y ahora es todo una cuestión económica de su salario«.
Desde hace varios meses las tensas relaciones existentes entre el consistorio mirandés y la plantilla de Policía Local, quienes reclaman el reconocimiento de diversos complementos salariales, han provocado que este servicio se vea afectado y que incluso no se puedan dar respuesta a las llamadas ciudadanas que se realicen. En este sentido el concejal de Seguridad Ciudadana ha señalado que la situación sigue igual «y no hay ningún avance», al tiempo que vuelve a solicitar a la plantilla que «cumplan con su trabajo».
Al mismo tiempo ha señalado que «sigue abierto al diálogo», aunque insiste en que para llegar a un acuerdo «el diálogo depende de las dos partes y no solo de una, que siempre ha estado abierta a dialogar».
