El pasado martes, 24 de mayo, el Ayuntamiento de Miranda de Ebro anunció su decisión de no ampliar las prórrogas concedidas a diversos establecimientos hosteleros de la ciudad para que estos instalaran carpas y terrazas en espacios destinado al aparcamiento de vehículos. Dicha medida se creó «con carácter temporal», tal y como declaró el concejal de Seguridad Ciudadana Pablo Gómez, para paliar los efectos nocivos que estaban provocando las medidas sanitarias en el sector hostelero, permitiéndoles disponer de espacios de terraza aún sin el correspondiente permiso.

De esta forma, todos aquellos locales que se beneficiaron de esta medida deberán retirar sus carpas y terrazas antes del 5 de enero de 2023, de forma que la calza esté libre y permita el paso de la cabalgata de reyes de esa noche.

«Esta situación nos da mucha pena», declara Pepe Rey, presidente de la Asociación Altamira de Hosteleros, quien considera que la posibilidad de que los establecimientos de Miranda cuenten con este tipo de servicios añadidos supone «un aliciente para los foráneos de la ciudad, sobre todo las que están en los aparcamientos, que dan posibilidad a gente que no tiene espacio para una terraza a poder disponer de ese espacio y ofrecer ese servicio».

Rey asegura que desde el colectivo hostelero de la ciudad van a luchar para que las terrazas se mantengan, especialmente en temporada estival. «Es un servicio muy demandado por la gente y que ha venido para quedarse entonces necesitamos poder ofrecer ese servicio para no quedarnos atrás y no ser menos que ninguna otra ciudad», declara.

Sobre las posibles alternativas ofrecidas por parte del Consistorio mirandés, el presidente de los hosteleros asegura que no se ha presentado ninguna otra propuesta, pero recuerda que aún hay tiempo para celebrar reuniones con el Ayuntamiento y ver qué posibles soluciones hay encima de la mesa para llegar a un acuerdo.

Pero las limitaciones locales no son el único problema a la hora de instalar terrazas. La Unión Europea está imponiendo un criterio único de limitación de los horarios de las terrazas que para Rey acabará obligando a modificar las ordenanzas municipales: «Llegará un momento en el que habrá que modificar la ordenanza general, ya no por nosotros o por el Ayuntamiento, sino por culpa de Europa que va a restringir horarios de terrazas y eso más pronto que tarde nos afectará y habrá que tratarlo llegado el momento».

Y es que, según recuerda el propio gerente de La Corrala, la posibilidad de instalar esos espacios de terraza fue «una ayuda bastante buena» en los peores momentos de la pandemia de coronavirus, en la que los espacios cerrados estaban prohibidos para la hostelería.

Sin embargo, advierte de que esa situación ya ha pasado y ahora «tenemos que luchar porque haya una homogeneidad en las terrazas y podamos ponerlas, ya que dan un toque de calidad a la hostelería mirandesa», concluye.

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