Miranda de Ebro rindió homenaje este domingo a la campeona del mundo Sub-20 femenino, Adriana Nanclares. Una abarrotada plaza de España no quiso perderse las palabras de la guardameta mirandesa que manifestó sentirse «muy orgullosa» de llevar el nombre de su ciudad «hasta lo más alto».
Minutos antes de asomarse al balcón del Ayuntamiento, la alcaldesa de la ciudad, Aitana Hernando, dedicó unas palabras a la futbolista, insistiendo en que es «un ejemplo a seguir para todos los mirandeses» por su constancia, trabajo, tesón, y saber hacer. «Por eso te rendimos este merecidísimo homenaje», sentenciaba Hernando.
La alcaldesa recordó la trayectoria deportiva de Nanclares, que empezó a jugar en el Príncipe de España con apenas cinco años, y durante varias temporadas combinó el fútbol escolar con el atletismo. A los once años se decantó por el fútbol federado y jugó en el CD Casco Viejo durante los siguientes cuatro años. Después se vió obligada a trasladarse a Vitoria para jugar en un equipo femenino.
En Vitoria jugó durante un año en el CD Aurrera, compitiendo en la segunda categoría de fútbol femenino, si bien ese mismo año comenzó los entrenamientos con la Real Sociedad. En 2018 comenzó a formar parte de la plantilla de la Real, y poco a poco fue sumando minutos en Primera División.
Este verano Nanclares ha debutado en un campeonato oficial con la Selección Española, consiguiendo junto a su equipo alzarse con el título de campeonas del mundo Sub-20.
«Como Ayuntamiento y como alcaldesa eres un motivo de orgullo para la ciudad, has conseguido algo absolutamente histórico, luciendo con orgullo la bandera de tu ciudad en un campeonato del mundo, y llevando el nombre de Miranda hasta lo más alto. No nos cansaremos de decirte lo orgullosos que estamos de ti», concluía una emocionada Hernando.
Tras recibir un emblema honorífico con la fachada del Ayuntamiento, Nanclares agradeció al Consistorio este reconocimiento insistiendo en que para ella es «todo un honor» celebrar esta gesta con su ciudad y con su gente.
En su discurso frente a los mirandeses, la guardameta insistió en que el campeonato del mundo «es el resultado de la ilusión el trabajo y el esfuerzo de una niña que desde pequeña soñaba con poder hacer algo grande en un deporte con tan poca visibilidad». En este punto agradeció a su familia que le haya acompañado y apoyado durante todos estos años en cada uno de los pasos que ha dado.
Por último advirtió que durante los últimos años se han ido rompiendo barreras que hace tiempo eran inimaginables, por lo que invitó a todas las niñas a «dejar atrás los estereotipos y a disfrutar de lo que les gusta» como lo hizo ella misma.
En el homenaje no pudieron faltar miembros de su familia, amigos, así como antiguos compañeros de los equipos donde compitió la mirandesa.
