La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui recupera su programa «Vacaciones en Paz», un proyecto de acogida que permite traer a España a niños saharauis durante los meses de julio y agosto. El programa, que se recupera tras dos veranos suspendido a consecuencia de la pandemia, ha permitido la llegada de cuatro niños saharauis a Miranda de Ebro.
Se trata de tres niños y una niña procedentes del Sáhara Occidental, que durante estos meses convivirán con familias mirandesas. Dos de ellos ya han participado en el programa con anterioridad, y regresan a Miranda por motivos de salud. Y es que precisamente este es uno de los objetivos del programa, prestando asistencia sanitaria a estos niños para acceder a tratamientos que en los campamentos son difíciles de suministrar.
A nivel provincial han llegado un total de 20 menores que pasarán el verano con familias de diferentes localidades burgalesas. Los niños llegaron este jueves procedentes de los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, en Argelia. Así fue su llegada a España.
Denuncias del colectivo
Desde la asociación advierten de que la llegada de los menores, que en un primer momento estaba prevista para el día 3 de julio, se vio retrasada, principalmente por la demora en la autorización del visado por el Consejo de Ministros con nuevos procedimientos y su tardía publicación en el BOE.
Una situación que se ha visto agravada por las difíciles relaciones existentes entre Argelia y España debido al cambio de postura sobre el conflicto saharaui, que consideran «inexplicable e innecesario», en la parte socialista del Gobierno de Pedro Sánchez y «avalada en los últimos días en votación en el Congreso de Diputados por PP y VOX, pasando a ser cómplices, igualmente, de este cambio», sentencian.
Desde la Asociación Burgalesa de Amigos del Pueblo Saharaui quieren aprovechar la llegada de estos menores «para denunciar el cambio de postura, girando inexplicablemente a favor de las tesis marroquís, dando la espalda al sentir mayoritario del pueblo español que no es otra que la de estar junto a este noble pueblo, abandonado por España a su suerte en 1975 y ocupado militarmente por Marruecos desde entonces».
Así las cosas denuncian «esta doble traición a un pueblo que en su día era una provincia más de nuestro país» y exigen «la vuelta a la postura anterior en la que España se alineaba con una solución mutuamente aceptada por ambas partes, dentro del marco de la ONU por la que se garantice la libre determinación del pueblo saharaui».
