El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha condenado a David Duval a 19 años de prisión al ser considerado culpable de la muerte «intencionada» de Fernando Martín, en el llamado ‘asesinato del escayolista’, nombre que hace referencia al oficio que desempañaba la víctima. Esta sentencia en firme llega después de que el TSJ desestimara el recurso de rebaja de condena presentado por la defensa.
Y es que durante el pasado mes de marzo la defensa del acusado presentó un recurso mediante el que reclamaban una rebaja de la pena de 19 a 15 años de cárcel, alegando un presunto quebrantamiento de las normas procesales que según ellos provocó «indefensión» en el autor confeso del crimen sucedido en 2019. Además, alegaba que en la sentencia de 19 años no se tenían en cuenta los atenuantes de drogadicción y deficiencia mental de su cliente.
Estos 19 años de prisión responden a una petición de 18 años solicitada por el fiscal por asesinato con alevosía y uno año más por tenencia ilícita de armas.
Un crimen originado por la droga
La relación entre la víctima y el asesino se debía al presunto tráfico de drogas del acusado, un negocio al que se sumó la víctima tras quedarse en paro por la caída en el trabajo en construcción. En uno de los intercambios, las sospechas de David Durán sobre la falta de un kilo y medio de cocaína hizo que disparara contra la víctima al sospechar que él había robado dicha mercancía.
De la condena impuesta, David D.J. ya ha cumplido más de dos años, ya que poco después del crimen (perpetrado el 26 de abril de 2019) fue detenido como principal sospechoso, siendo internado en la cárcel de Burgos. El cadáver apareció en el río en Montañana días después.
Desde que se descubrió el cadáver de Fernando hasta que se detuvo al asesino pasaron tres semanas porque, pese a que la Policía ya tenía indicios suficientes, hubo que esperar para no interferir en una operación de la Guardia Civil contra la red de tráfico de drogas que tenía integrantes en varias ciudades y de la que David D.J. formaba parte. La entrada en el domicilio del asesino y el resto del clan familiar en un edificio de la calle Rioja se produjo el 23 de mayo de 2019, casi un mes después de la muerte del escayolista.
