Se acaban los adjetivos para este Club Deportivo Mirandés. Los rojillos han conseguido la primera victoria del año tras remontar al Málaga CF (3-2) y alcanzan los 41 puntos para situarse terceros en la tabla, a tan solo dos puntos del liderato y uno del ascenso directo.
Quizás la carrera de Panichelli en el tercer gol represente a la perfección lo que es el Mirandés. El pelear cada balón y el nunca darse por vencido. Poco más se le puede pedir a un grupo de jugadores que está protagonizando la mejor temporada de la historia del club.
Los rojillos convirtieron el Blue Monday (el día más triste del año) en una auténtica fiesta. El frío se convirtió en calor y la ropa sobró por completo cuando el colegiado indicó el final del partido.
Nadie dijo que fuera a ser fácil. Y es que el Mirandés compitió ante un señor equipo como es el Málaga CF, los andaluces seguramente salven la categoría con solvencia, puesto que demostraron tener muchos recursos y quizás pudieron conseguir algo más.
El equipo dirigido por Alessio Lisci, a quien al finalizar el partido coreó Anduva, se plantaba en cuadro, dadas las expulsiones de Víctor Parada y Mathis Lachuer el pasado fin de semana en Huesca.
Iker Benito y Ander Martin, los sustitutos. Y que gran partido hicieron ambos. Tal y como dijo Lisci tras el partido, no había duda de que lo harían bien.
El partido comenzó como suelen hacerlo todos, sin un dominador claro. Ambos equipos tanteaban al otro y manejaban el esférico sin llegar a la portería del otro.
Puede que los rojillos se encontrasen mejor sobre el campo, pero los pequeños detalles se balanceaban del lado malaguista y Dioni tuvo la primera en el minuto 27. Raúl Fernández y el palo evitaron que los visitantes se adelantasen en el marcador.
El Mirandés lo intentaba e Iker Benito protagonizaba las mejores internadas por su banda, pero la suerte recayó finalmente del lado malacitano.
Manu Molina, con un disparo a la derecha de la red, ponía el primero en la cuenta y mandaba al Málaga CF por delante en el descanso del encuentro.
Se reanudo el encuentro en Anduva con un Mirandés completamente volcado. Lejos de venirse abajo por el resultado, los rojillos salieron a buscar el empate cuanto antes y de hecho, lo consiguieron.
Alfonso Herrero derribaba a Urko Izeta en el minuto 54. Y el línea marcaba fuera de juego. No valía la acción. Sin embargo, el VAR llamó al colegiado e indicó que Izeta estaba en posición y señalaba penalti.
Panichelli empataba desde los once metros y ponía el empate en el marcador. Anduva se venía arriba y seguramente dio la asistencia del segundo gol junto a Hugo Rincón, quien dejaba un balón a Gorrotxategi, este ponía el segundo y culminaba la remontada.
El Mirandés lo había vuelto a hacer. Había remontado, pero quedaba mucho por hacer. El Málaga no se iba a rendir tan pronto y unos minutos después consiguió empatar el encuentro.
Larrubia, quien ya había avisado antes, ponía el 2-2 en el video marcador tras la salida de un córner. Vuelta a empezar y a por el tercero.
Lisci dio entrada a Álex Calvo y a Joel Roca. Los rojillos habían perdido la batuta del encuentro y los visitantes se encontraban mucho más cómodos sobre el terreno de juego.
Sin embargo, la entrada de Adrián Butzke cambió todo, y así lo confirmó Lisci en la rueda de prensa posterior del partido. Y es que el nuevo integrante de la plantilla condicionó el juego de los andaluces.
Como un deja-vu de lo vivido frente al Levante hace unas semanas, el Mirandés lo volvió a hacer. Panichelli peleó un balón en la banda con el alma, ganó la carrera y puso un balón a Joel Roca para que este hiciera el tercero y diera la victoria al Club Deportivo Mirandés.
Los rojillos alcanzan los 41 puntos en un temporada para enmarcar. A un punto del ascenso directo, a dos del liderato y a veinte de los puestos de descenso.
Solo quedan nueve para alcanzar la cifra de los 50 y asegurar virtualmente la salvación. A partir de ahí a soñar porque este Mirandés lo merece.