La niebla y el frío no ha sido impedimento alguno para que Miranda de Ebro haya vuelto a celebrar, un año más, las tradicionales fiestas en honor de San Antón Abad.

La ermita de La Nave ha sido la gran protagonista en una gélida mañana en la que no han faltado los animales, la música, las clásicas nueve vueltas y los tradicionales bollos que se han repartido entre todos los asistentes.

Caballos, halcones, perros, gatos e incluso una lechuza han sido los grandes protagonistas. Y es que también han acudido decenas de escolares de colegios como la Sagrada Familia o los Sagrados Corazones quienes han disfrutado y visto todos los animales presentes.

Algunos más resguardados, otros con más alegría, pero muchos han sido los animales que han dejado la calidez de su casa para hacer la visita anual a la ermita de La Nave y ser bendecidos.

Los mirandeses no han querido perderse esta cita a pesar de la climatología, pues según contaban es importante mantener las tradiciones haga frío, calor o llueva.

Tras esta tradicional bendición de las mascotas, se ha procedido a una misa solemne y posteriormente también se han repartido numerosos bollos para los asistentes.

Manolo Pérez, mayordomo de la Cofradía de San Antón, explicaba al principio de la jornada lo importante qué es transmitir estas tradiciones a las nuevas generaciones y que vayan viniendo poco a poco.

El frío no ha sido ningún impedimento para que niños y mayores disfruten de una jornada divertida, pero en la que también se honra la memoria de San Antón Abad. Unas jornadas celebradas en el edificio más antiguo de la zona de Miranda y el cuál, y desde hace ya un tiempo, necesita varios arreglos.

Lo que ha quedado patente es que la tradición de San Antón sigue siendo una cita ineludible para muchos mirandeses. Haga frío o no, son muchos los ciudadanos y mascotas que seguirán dando las tradicionales nueve vueltas durante muchos años más.

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