Miranda de Ebro se despertó en vilo la mañana del jueves. Y es que se volvía a abrir uno de los episodios más sonados en los últimos años en la ciudad.

Desde primera hora de la mañana efectivos de la Policía Nacional se personaron en una Iglesia Evangélica situada en la calle Escuelas Parte Vieja de Miranda de Ebro en busca de los restos de Marisa Villaquirán.

Se trata de uno de los sucesos que más sonaron en la ciudad, puesto que hace ya veinte años que desapareció, el 7 de diciembre de 2004, y no se habían encontrado los restos.

Desde primera hora de la mañana, aún casi ni había amanecido, se estableció un dispositivo en este templo mirandés y durante toda la mañana estuvieron trabajando en el interior del edificio, puesto que se sospechaba que los restos de la mujer pudieran estar emparedados en él.

Aún se desconoce si realmente había restos en el templo y los equipos de investigación trabajaron durante todo el día para encontrar el cadáver de la mujer.

Conforme pasaron las horas, se personaron en el lugar dos de los hijos de Marisa, en un estado bastante nervioso y pidiendo que tiraran todo abajo, a lo que la Policía Nacional tuvo que intervenir para que se tranquilizasen.

Además, Nicanor Sen, delegado del Gobierno en Castilla y León, anunció que la Policía Nacional estaba trabajando con los medios más modernos para encontrar los restos de la mujer, así como que las investigaciones se alargan a lo largo del tiempo y que siempre que se incorpora alguna novedad, se vuelve a actuar.

Tras su desaparición, fue condenado su exmarido Rafael Gabarri, quien cumplió 14 años y 4 meses de prisión por un delito de detención ilegal, ya que no se le pudo juzgar por asesinato, puesto que nunca apareció el cuerpo.

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