El Club Deportivo Mirandés ha conseguido una importante y meritoria victoria a domicilio tras vencer por 1-3 al CD Castellón.

Los de Alessio Lisci, tras el empate en Anduva, vuelven a la senda de la victoria y ya suman 25 puntos en un comienzo de temporada inimaginable para los aficionados rojillos.

Un doblete de Joaquín Panichelli y un gol de Urko Izeta en diez minutos valen para que los tres puntos vuelen a Miranda de Ebro y los rojillos se asienten en la parte alta de la clasificación.

Y es que no iba a ser tarea fácil. El Mirandés aterrizaba en Castalia con toda la humildad del mundo, pues el Castellón era un recién ascendido, pero a sabiendas de que el conjunto blanquinegro había comenzado muy bien la temporada.

Y no solo la temporada, también el partido. El conjunto dirigido por el holandés Dick Schreuder protagonizó los primeros instantes del partido y prácticamente controló la posesión.

El Mirandés estaba encerrado en su propio campo y los locales pudieron adelantarse en el minuto 16, pero Egiluz salvó un balón en línea de gol y mantuvo al Mirandés vivo en el encuentro.

Ese balón salvado por el central mirandés iba a ser más importante de lo que parecía. A partir del minuto 20, la tormenta se desató en el cielo de Castalia y el Mirandés arrolló a un Castellón que se diluyó como el agua.

Todo comenzó en el minuto 21 cuando el portero local regaló un balón a Panichelli que no dudó en perdonar y adelantó al Mirandés en Castalia. Los rojillos ya habían conseguido lo más complicado. Ponerse por delante.

Solo tres minutos después, en el 24, una pared de Panichelli con Reina acabó con el delantero recortando al portero y poniendo el 0-2. Una ventaja impensable al principio del choque y que celebraba toda Miranda de Ebro.

Pero la cosa no se iba a quedar ahí. Un espectacular pase al hueco de Gorrotxa, quien sino, iba a dar inicio a una jugada que acababa definiendo Izeta y ponía el 0-3 en el marcador.

Los rojillos eran un vendaval y la primera parte acabó con otra buena noticia. Calavera, tras una entrada por encima del tobillo a Izeta, iba a acabar en tarjeta roja tras una larga revisión por parte del VAR.

La segunda parte iba a comenzar para el Mirandés con tres goles de ventaja y superioridad numérica. Algo muy favorable, pero que podía tener trampa, pues era muy importante no confiarse.

Como es lógico, el Castellón introdujo cambios en el descanso y comenzó la segunda parte queriendo ser protagonista y buscando un gol tempranero para meterse en el encuentro.

Sin embargo, el Mirandés estaba muy bien plantado y sabiendo a lo que jugaba. De hecho, los rojillos de la mano de Homenchenko tuvieron el cuarto en el minuto 50, pero el balón se marchó rozando el palo.

Lisci dio entrada a Joel Roca buscando desequilibro y es que el partido cada vez estaba más roto. Sin embargo, el verdadero protagonista iba a ser una vez más Raúl Fernández, quien en el minuto 59 salvaba un mano a mano.

Roca tuvo un par de buenas ocasiones, pero prefirió jugársela él solo y no estuvo acertado de cara a puerta. A pesar de ello, el Mirandés controló lo que restaba de partido.

Los nervios solo aparecieron en el minuto 90 cuando tras un córner, Raúl Sánchez batió a Raúl Fernández y puso el primero de los locales en el marcador.

Sin embargo, era demasiado tarde y los rojillos se llevaron tres puntos fundamentales que les asientan en lo alto de la clasificación.

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