La Concejalía de Medio Ambiente comenzará el servicio de control poblacional de palomas a partir del próximo mes de noviembre.
Según explican desde el Ayuntamiento, ello está marcado por el proceso de alimentación de las aves, ya que las palomas se alimentan fuera de la ciudad, en el campo, desde que se empieza a granar el trigo hasta que se cosecha el girasol, a finales de octubre.
Por tanto, queda imposibilitada la captura hasta que llegan a la ciudad a alimentarse y el control poblacional se lleva a cabo de noviembre a mayo.
De hecho, se explica, el 90% de las capturas de palomas de todo el año se realizan en los meses de abril y mayo.
Por otro lado, está previsto la construcción de un palomar para la sustracción y sustitución de huevos durante la puesta, de modo que se pueda disminuir el número de nacimientos.
«Ello responde a la nueva Ley de protección de los derechos y bienestar de los animales, siendo necesario introducir métodos no letales», añade la concejala del área, María Cueva.
Además, se organizarán jornadas de voluntariado ambiental con la Fundación Oxígeno «que impartiremos -continúa la concejala- en los próximos meses, para las instalaciones de nidales y mejora del entorno, con el objetivo de propiciar el anidamiento de rapaces que controlen la población de roedores y ahuyenten a las palomas».
