El tiempo respetó y la procesión del Santo Entierro recorrió las calles mirandesas este pasado Viernes Santo. Cientos de mirandeses se congregaron en las calles para ser testigos de uno de los actos más emotivos de la Semana Santa mirandesa.
Tras la suspensión de la procesión del Vía Crucis, había muchas dudas acerca de la meteorología, pero finalmente, los pasos pudieron salir a las calles.
Con corte de luz incluido, las calles de Miranda estaban abarrotadas de gente y es que los más devotos tenían ganas de ver como esta tradición, tan antigua como importante, volvía a las calles.
Puntual, y desde la Iglesia Santa María, las imágenes comenzaron a salir ante la mirada de los más curiosos. La procesión transcurrió desde la calle Real Aquende hasta la Ronda del Ferrocarril, donde dio media vuelta y volvió al punto de origen.
La procesión se abría con la Cruz Parroquial y la Cruz Portada a Mano, seguida de la Oración del Huerto y La Flagelación. A continuación, los cofrades portaban el Nazareno con la Cruz y el Cristo Crucificado. Finalmente, las últimas imágenes estaban compuestas por la Virgen Dolorosa, el Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad.
Todos los pasos eran acompañados por la Agrupación Musical de Tambores y Trompetas de Miranda de Ebro y la Banda de Tambores del Santo Sepulcro y seguidos por numerosos ciudadanos y miembros de la Corporación Municipal.
Con el paso del Santo Entierro, se cierra uno de los días más emotivos de la Semana Santa mirandesa, si bien es cierto, que la lluvia obligó a suspender la procesión de la mañana y puso en duda muchos de los actos.
Todas las imágenes han podido salir a la calle por lo que mirandeses y foráneos han disfrutado de estos emotivos pasos.
