La Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Burgos, ha investigado a dos conductores ‘profesionales’ como presuntos autores de un delito de falsedad documental al haberse intercambiado y utilizado la Tarjeta de Conductor del otro chófer, con la supuesta intención de obtener un beneficio al poder alargar fraudulentamente la jornada de conducción.
Los hechos ocurrieron días atrás en la autovía AP-1 a su paso por La Bureba -en el transcurso de una inspección en ruta de vehículos pesados de transportes de mercancías-, cuando una patrulla de la Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Burgos instó a un vehículo articulado, conducido por una mujer, para que redujera la marcha y le siguiera.
Los agentes decidieron pararle en un área de descanso cercana, lugar perfectamente habilitado y sin peligro para la circulación; cuando se acercaron a la cabina para su inspección comprobaron, sorpresivamente, que al volante se hallaba un varón, lo que llamó poderosamente su atención y levantó las sospechas de que se hubieran intercambiado en marcha las posiciones.
Los efectivos del Cuerpo les identificaron a través de su documentación personal, solicitándoles también la de los vehículos, con placas de matrícula portuguesa, así como los permisos del transporte.
Con el apoyo de personal especialista del Cuerpo en esta materia se comprobó el aparato tacógrafo instalado en la cabeza tractora, inspección dirigida a determinar la jornada al volante del conductor habilitado, acreditar que se han cumplido los tiempos de conducción y descanso, verificar la lectura de distancias y velocidades y descargar con medios oficiales el historial de éste.
Sorpresivamente, ambos chóferes, en connivencia, se habían intercambiado las tarjetas durante el periodo de conducción, ya que los guardias civiles hallaron insertada una Tarjeta de Conductor que pertenecía al varón, cuando realmente se encontraba al volante una mujer.
Esta acción supone una falsedad documental, por el uso indebido de las tarjetas habilitantes para el transporte, ilícito recogido en nuestro Código Penal, por lo que ambos fueron investigados, instruyéndose diligencias que han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Briviesca.
Algunos profesionales realizan este tipo de omisiones fraudulentas con la intención de falsear los datos arrojados durante la conducción, lo que les proporciona, por ejemplo, poder prolongar los periodos de conducción en las jornadas de trabajo.
Estas acciones constituyen además un serio peligro por afectar directamente a la seguridad vial, a la propia del conductor y a la del resto de usuarios de la vía por el riesgo de sufrir un accidente, por distracción, cansancio o somnolencia.
Paralelamente dichas ‘argucias’ atentan de forma directa contra la filosofía de la implantación del aparato de control tacógrafo, en cuanto a la Seguridad Vial, mejora de las condiciones de trabajo de los conductores y las reglas de una libre competencia en el transporte se refiere.