El Grupo Municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Miranda de Ebro ha denunciado este martes que las trabajadoras del servicio de Ayuda a Domicilio en la ciudad no hayan sido vacunadas por el momento. De esta forma instan a las autoridades sanitarias a que inicien la vacunación inmediata del personal de este servicio, fundamental y poco reconocido. Además insisten en que estas trabajadoras, en su amplia mayoría mujeres, tienen unas “pésimas condiciones laborales” fruto de la precarización que ha generado la privatización de este tipo de servicios.
Desde IU recuerdan que el pasado 23 de noviembre se establecieron las Líneas Maestras de la Estrategia de Vacunación Covid-19 en España, estableciendo la primera etapa de vacunación, en la que se inmunizaría a residentes, personal sanitario y sociosanitario en residencias de personas mayores y con discapacidad, seguido del grupo de personal sanitario de primera línea y, posteriormente, “otro personal sanitario y sociosanitario”, finalizando con grandes dependientes no institucionalizados.
El 18 de Diciembre el Consejo Interterritorial (Sistema Nacional de Salud) publica su primera actualización incluyendo en el grupo 3 al “personal que, de manera específica, realiza actividades que exigen contacto estrecho con personas que puedan estar infectadas por Covid, en función del riesgo de exposición y transmisión”.
Actualmente se está llevando a cabo la vacunación a personas del grupo 5 (personas mayores de 80 ó más años). Sin embargo el grupo de profesionales de Ayuda a Domicilio aún está sin vacunar y aun no han recibido comunicación alguna a pesar de que el servicio técnico de Servicios Sociales en nuestra ciudad remitió el listado de sus trabajadoras en el mes de enero.
Izquierda Unida entiende que estas trabajadoras prestan sus servicios en “primera línea” a colectivos especialmente vulnerables a las que atienden en sus domicilios, y constituyen un colectivo prioritario al que administrar la vacuna. Su exposición y posibilidad de transmisión son elevadas, desplazándose de unas casas a otras y conviviendo con personas muy vulnerables al contagio. Su trabajo se desarrolla en un estrecho contacto al realizar, labores de aseo personal , de alimentación y de colaboración en su movilidad, lo que requiere cierta proximidad en la asistencia.
En este sentido destacan que aunque atienden a personas no institucionalizadas, los cuidados desarrollados son muy similares a los realizados en residencias, y hay que recordar que muchas de las personas que en su día se han contagiado de Covid, han requerido cuidados especiales dentro del domicilio con medidas de aislamiento, donde las trabajadoras han tenido que desarrollar su trabajo diario.
Desde IU insisten en que la Ayuda a Domicilio se ha venido tratando como “la cenicienta de los servicios sociosanitarios”, al quedar relegada a un trabajo de cuidados en el ámbito familiar que siempre ha permanecido oculto y sin un reconocimiento social justo. “No olvidamos que durante los primeros meses de la pandemia este colectivo sufrió las carencias de medios de protección personal (EPIs) adecuados y suficientes para hacer frente al contagio en su actividad diaria laboral”, recuerdan desde la formación.
Por eso advierten que no se puede demorar más esta situación que pone en riesgo tanto a las personas usuarias, las trabajadoras y todas sus familias.