La Junta de Castilla y León ha decidido este lunes ampliar el horario de apertura de la actividad no esencial hasta las 22:00 horas desde el próximo viernes. Una medida que afecta sobre todo a los establecimientos de hostelería que, desde hace más de un mes tienen que cerrar a las 20:00 horas.
Primero fue el adelanto del toque de queda impuesto por la Junta de Castilla y León. Y cuando parecía que veían la luz con la suspensión cautelar del Tribunal Supremo, la Junta responde y adelanta el cierre de la actividad no esencial a las 20:00 horas.
Ahora el Gobierno autonómico rectifica y amplía este horario hasta las 22:00 horas, coincidiendo con el inicio del toque de queda. Sin embargo todavía no permite recibir clientes en el interior de los locales, porque la Junta ha prorrogado su cierre otros 14 días más, hasta el 9 de marzo.
El presidente de la Asociación de Hostelería Altamira, Pepe Rey, ha asegurado que estas medidas son «injustas e insuficientes», al tiempo que recuerda que llevan dos meses con los establecimientos cerrados, a excepción de las terrazas.
Rey ha valorado positivamente que se amplíe el horario hasta las 22:00 horas. «Era algo necesario para evitar las aglomeraciones de gente haciendo botellón y las reuniones en casas», insiste el hostelero. Sin embargo no entiende por qué se mantiene el cierre del interior de bares y restaurantes, algo que merma considerablemente sus ingresos. «No podemos aguantar más, llevamos dos meses cerrados», recuerda.
Por eso ha vuelto a exigir medidas justas para el sector, que se acompañen de ayudas directas que les permitan hacer frente a los pagos mensuales que cada vez son más difíciles de abonar. «Las ayudas siguen sin llegar a nuestro sector», advierte Rey.
Por eso los hosteleros de Miranda ha iniciado los trámites para presentar una demanda colectiva contra la Junta de Castilla y León, por su responsabilidad en el cierre de sus negocios. Aunque la demanda incide sobre los primeros meses de pandemia, prevén se haga extensible a todo el año en el que han visto mermada su actividad y sus ingresos.
Este martes la Asociación ha organizado una reunión telemática con los hosteleros de la ciudad, para explicar los trámites de la demanda y animar a los establecimientos a secundar esta iniciativa. Según advierte Rey cada demandante presentará un porcentaje de pérdidas en estos meses, con un mínimo de 3.000 euros.
El hostelero asegura que esta demanda se alargará en el tiempo, y prevé un horizonte de dos años, sin embargo anima a los gerentes de bares y restaurantes a sumarse a la demanda.
Por otro lado ha avanzado que se sumarán a la concentración convocada este martes en Burgos para protestar por la gestión de la Junta, y también apoyarán la manifestación convocada por los autónomos este miércoles en la ciudad. Además ha advertido que a partir de mañana los establecimientos de Miranda lucirán carteles en señal de protesta para recordar que llevan «un año pagando los patos rotos».