«Contagia solidaridad para acabar con el hambre». Este es el lema de la campaña contra el hambre promovida por Manos Unidas para este 2021, con motivo de su Jornada Nacional que se celebra este domingo, 14 de febrero.

Este año, a consecuencia de la pandemia, la Delegación Comarcal de Miranda de Ebro no ha podido organizar ninguna actividad presencial para conmemorar esta jornada anual y visibilizar el objetivo de esta campaña, que no es otro que denunciar las consecuencias que la pandemia de coronavirus está teniendo entre las personas más vulnerables del planeta.

Sin embargo su campaña de este año, que están moviendo a través de redes sociales, tratará de promover de nuevo la solidaridad de la ciudadanía y de los mirandeses para recaudar fondos y realizar proyectos concretos de desarrollo en las poblaciones más vulnerables.

La delegada comarcal de Manos Unidas en Miranda de Ebro, Itxane Méndez, ha recordado que antes de la pandemia, cada delegación destinaba los fondos recaudados a un proyecto concreto. Por ejemplo, el año pasado se impulsó un proyecto en la región de Apurímac, en Perú, para ayudar a los campesinos, cuyas tierras estaban siendo deterioradas por concesiones mineras en la zona. En 2019 y 2018 el dinero recaudado en la ciudad se destinó a la construcción y ampliación de dos escuelas de secundaria en Togo (África) y en una zona muy deprimida de la India.

Sin embargo la llegada del coronavirus impidió a la entidad llevar a cabo durante todo el año las actividades presenciales para recaudar fondos, como la Operación Bocata, o las cenas y marchas solidarias, los conciertos o el tradicional rastrillo, lo que mermó el dinero recaudado en 2020.

Por eso este año todas las delegaciones de la provincia de Burgos se han unido para desarrollar un proyecto común. Se trata de mejorar la seguridad alimentaria y los ingresos de 600 familias campesinas de Uganda, concretamente en veinte aldeas de los subdistritos de Kyabakara y Katerera.

Según advierten desde la entidad, el 99% de los habitantes de estas aldeas viven en un área rural y la mayoría de ellos están por debajo del umbral de la pobreza, con unos ingresos de 1,5 euros al día. Además carecen de bienes básicos como el agua potable, la electricidad o la vivienda en condiciones aceptables.

Se trata de un proyecto formativo y de equipamiento en seguridad alimentaria, técnicas agrícolas, sanidad e higiene y generación de ingresos tanto por la mejora de los cultivos como por la diversificación hacia nuevas actividades de generación de ingresos. En las sesiones formativas, se pondrá especial énfasis sobre las medidas de seguridad para prevenir el contagio por coronavirus.

Este proyecto beneficiará a unas 600 familias campesinas, y va a tener una duración trianual, con un presupuesto estimado de unos 112.422 euros. Se trata, advierte Méndez, de un proyecto ambicioso por su elevada cuantía, por lo que es necesaria la cooperación de todas las delegaciones de la provincia y la solidaridad de los burgaleses.

Las donaciones se pueden realizar a través de la web de Manos Unidas o mediante la aplicación Bizum. Las voluntarias en Miranda de Ebro también han repartido sobres en las diferentes parroquias de la ciudad para poder hacer los donativos.

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