La Junta de Castilla y León cerrará todos los centros culturales de la Comunidad de su titularidad desde este viernes, 22 de enero, para evitar la propagación del virus. Además suspenderá los actos institucionales presenciales y los consejos de Gobierno y ampliará el trabajo no presencial manteniendo la actividad ordinaria de la administración autonómica «al máximo posible». Así lo ha avanzado este jueves el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Se mantiene el toque de queda a las 20:00 horas en toda la Comunidad y la limitación a cuatro personas de las reuniones en espacios públicos y privados. En este sentido Igea ha señalado que no limitan más estos contactos tal y como están haciendo otras comunidades autónomas porque se necesita seguridad jurídica para ello. «No podemos prohibir derechos y nuestros servicios jurídicos así lo consideran», ha señalado Igea.
El vicepresidente de la Junta ha hecho un llamamiento a los ayuntamientos de toda la Comunidad para secundar estas medidas como ya hizo el Consistorio burgalés en el mes de noviembre cuando se disparó la incidencia en la capital burgalesa.
También ha pedido a los regidores municipales de municipios en los que se realizarán cribados masivos en los próximos días, como el caso de Miranda de Ebro, que emitan un bando recomendando el confinamiento domiciliario voluntario, para que las salidas del domicilio se limiten al trabajo y a las compras esenciales. «Queremos ver las calles vacías para evitar el contacto social», ha asegurado.
Sobre la negativa del Gobierno de España a adelantar el toque de queda tal y como han pedido la mayoría de las comunidades autónomas, Francisco Igea ha señalado que no entiende esta cerrazón, porque es una medida eficaz que están tomando otros países de nuestro entorno para reducir los contactos y doblegar la curva de contagios. «¿Lo extravagante no será lo que hace este país?, se pregunta el vicepresidente del Gobierno autonómico.
En este sentido ha avanzado que han vuelto a solicitar sin éxito al Gobierno central la necesidad de tener herramientas para limitar el contacto social al máximo, como confinamientos domiciliarios o el adelanto del toque de queda. «No tenemos una guerra política con nadie, solo contra el virus», ha afirmado Igea.
Al mismo tiempo ha insistido en la necesidad de limitar contactos sin limitar más las actividades económicas, si bien ha puesto de manifiesto que la hostelería, los gimnasios y el comercio son sectores que «influyen decisivamente en el numero de infecciones según una publicación de noviembre de la revista científica más prestigiosa del mundo».
Francisco Igea ha advertido que la incidencia está «absolutamente desbocada» por lo que pide de nuevo a la ciudadanía el confinamiento voluntario para evitar los contactos sociales y las reuniones en domicilios con personas no convivientes.