Los gimnasios y centros deportivos son sin duda alguna otro de los colectivos más golpeados por la crisis sanitaria económica devenida de la pandemia. Soportaron el primer cierre total de sus negocios en el mes de marzo y ahora se ven abocados a tener que cerrar de nuevo las persianas de sus locales con las nuevas medidas decretadas por la Junta de Castilla y León.
Y es que tal y como avanzó ayer el presidente del Gobierno autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, además de la hostelería y los centros comerciales, también los gimnasios e instalaciones deportivas tendrán que cerrar a partir de las 00:00 horas de este viernes. Una medida que no entienden ni comparten los gerentes de estos establecimientos, que de nuevo se sienten castigados sin motivos.
“Este nuevo cierre es un palo muy gordo, una medida injusta para nuestros negocios que se nos va a hacer muy cuesta arriba”, asegura el gerente del Gimnasio Podium, David Valderrama. El empresario insiste en que a nivel nacional apenas se han notificado brotes con origen en un gimnasio, y tampoco en su local, en el que por el momento no se ha registrado ningún caso.
En este sentido advierte de que están pagando justos por pecadores, porque los gimnasios son establecimientos seguros en los que es muy difícil contagiarse. En su caso, tras el cierre de marzo, ha tenido que adaptar las instalaciones para cumplir con los protocolos sanitarios, cumpliendo con las medidas de seguridad, como el uso obligatorio de mascarilla, el mantenimiento de la distancia de seguridad entre máquinas, en las que se han instalado pantallas, o la limpieza de cada máquina entre usuarios, entre otras.
Además David Valderrama ha hecho hincapié en que este nuevo cierre mermará otra vez la confianza de los clientes recuperados durante estos meses. Y es que según ha dicho, tras permanecer cuatro meses cerrados y sin ingresos, solo han recuperado al 50% de sus clientes, “y ha constado mucho, porque tienen miedo”. Con este nuevo cierre, que por el momento se prolongará durante 14 días, los gimnasios tendrán que “volver a empezar de cero”.
A esto se suma la falta de ayudas económicas directas por parte de la administración autonómica y local, ya que por el momento estos negocios solo se han beneficiado de una ayuda de 600 euros por cese de actividad durante la primera oleada de contagios. Valderrama se pregunta qué pasa con los gastos fijos que tienen que seguir pagando a pesar de estar cerrados, como el alquiler del local, el consumo mínimo de agua y luz, o la cuota de autónomos y la seguridad social a sus trabajadores en ERTE.
Así las cosas los empresarios de los gimnasios mirandeses se suman a la manifestación organizada a nivel nacional el próximo sábado, 14 de noviembre, en la que exigirán que se dé marcha atrás y se negocie este cierre, solicitando también ayudas para el sector. «La mejor ayuda que nos pueden dar es que nos dejen trabajar», insiste Valderrama, al tiempo que recuerda que el deporte es «muy importante para nuestra salud, tanto a nivel físico como psicológico».
La concentración tendrá lugar frente al punto de información de la Junta en Miranda, el sábado 14 de noviembre a las 17:00 horas.