Balance agridulce saca Roberto López de Davalillo sus primeras fiestas de San Juan al frente de la Cofradía. ¿Primeras y últimas? Pese a los problemas, el presidente apela a “reflexionar” y a hacerlo “con mi gente y con la cabeza fría”. Reconoce estar muy molesto con el enfrentamiento que ha habido con los hosteleros, pero satisfecho con la aceptación general que han tenido los actos, especialmente aquellos que incluían novedades.
“Es una pena que no nos hayan dejado hacer”, se lamenta Davalillo. “Si acertamos, lo hacemos nosotros (la Cofradía). Y si nos equivocamos, lo hacemos nosotros. Lo que no entiendo es que no nos dejen hacer”, afirma el presidente de la Cofradía de San juan del monte. “Es importante saber quiénes somos para ver dónde vamos. Y esto es San Juan del Monte, no Santa Marta (patrona de la hostelería)” añade, visiblemente molesto. “Y lo peor es el tiempo y el esfuerzo que hemos dedicado a preparar para nada, tiempo que podríamos haber invertido en otros asuntos”, comenta.
Una ‘lucha’ que ha hecho que no disfrutara del todo y que en su mente esté una reflexión profunda tras menos de un año al frente de la Cofradía. Máxime después de todo lo que costó encontrar relevo para Álvaro de Gracia. “Tampoco es una decisión personal, ya que yo represento a un grupo de gente que estamos trabajando”, admite.
Pese a todo, contento
Un mal sabor de boca que, sin embargo, no oscurece otros momentos. “Hemos disfrutado mucho de otras cosas y ha habido actos que han sido una pasada”, se alegra. “El encuentro de charangas fue espectacular, me quedé asustado de la cantidad de gente que había”, expresa. Y ha habido un “espíritu sanjuanero” muy notable, cree. “Eso es San Juan: compartir, echar una mano al de al lado, ayudarse entre sanjuaneros”, considera.
Y en este balance positivo de las fiestas de San Juan Davalillo se queda, especialmente, con la emoción vista en La Salve. Puede sorprender mi respuesta, pero me pareció espectacular. Vi gente llorando de la emoción, hubo un ambiente muy bonito”, argumenta. Sin olvidar el emotivo homenaje a Benito Pobes, el Bombazo o el siempre emotivo entierro de los bombos en el Ebro.
Si hubo reuniónes con las Cuadrillas, alma y cuerpo de la fiesta ( más cuerpo que alma, por desgracia), ahora debiera de haber otra para expresar cómo han vivido este San Juan, sus problemas y novedades, y a partir de ahí, ver si se va en una línea común de una fiesta que debe mantenerse en una tradición.
No confundamos un excelente botellón con una fiesta y romería de Interés Turístico Nacional.
En cuanto al desacuerdo con hostelería, tampoco es obligatorio ir unidos, con ir complementarios también sirve.
Me parece una idea formidable tener una reunión con las cuadrillas pasadas las fiestas y analizar pros y contras para mejorar en las próximas.
¡Ánimo sr, PRESIDENTE! la gente crítica y censura todo, pero SOLO TU arrimaste el hombro a la presidencia.