Miranda de Ebro despidió ayer las fiestas de San Juan del Monte con el entierro de los Bombos, que tras varios días de fiesta, vuelven a descansar bajo las aguas del Ebro. Se pone fin a cuatro intensas jornadas de fiestas en las que los mirandeses lo han dado todo participando en todos y cada uno de los actos programados.

Y la despedida de los Bombos fue uno de ellos. Cientos de personas se dieron cita de nuevo en la plaza de España, para despedir primero al Infantil y luego al Bombo con las tres vueltas a la plaza. Los blusillas no quisieron perderse este momento en el que se entremezclan sentimientos de tristeza por el fin de las fiestas, y de alegría por ver vibrar una vez más al Bombo.

Primero animaron la plaza con sus mazazos los chiquis, que dieron así el adiós a las fiestas hasta el próximo año. Después el público se desplazó al puente de Carlos III para ser testigos de cómo el Bombo Infantil volvía a sumergirse en las aguas del Ebro.

A las 20:30 horas arrancaba de nuevo este ritual, en este caso de la mano de los Sanjuaneros mayores. Paseillo, despedida y mazazos incluidos, los mirandeses acompañaban también animados a un Bombo que regresaría a las aguas del río minutos después.

La retirada de los pañuelos a los leones y el paseillo fin de fiestas hasta la sede de la Cofradía, ponía el broche final a la jornada y a las fiestas.

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