Valioso empate del Mirandés ante la Ponferradina. En un encuentro con poco que contar si tenemos en cuenta lo que nos tiene acostumbrados este CD Mirandés. Y más en los últimos dos partidos. Hoy no hubo que recoger balones ni en portería contraria ni en la propio. Un empate que sabe mejor que nunca. Un punto que es más que un punto. Empate a nada en El Toralín; empate a mucho para el CD Mirandés.

Dominio alterno en un inicio que pronto cambió a favor de los locales. Más obligados, desde luego, a llevar la iniciativa, los de David Gallego tardaron apenas cinco minutos en hacerse con los dominios del esférico. Eso sí, sin peligro real. Pocas ocasiones en ambas áreas. Apenas un disparo de Edu Espiau en el área que acertó a rechazar Michelis, hoy en el eje central junto a Barbu y Prados ante la ausencia de Álex Martín. Las otras dos novedades en el once fueron la entrada de Álvaro Sanz en la medular y la de Jofre en el extremo, respecto al choque frente a la SD Eibar.

El CD Mirandés fue madurando el partido con el paso de los minutos. Cogiendo protagonismo aunque, en esta ocasión, tampoco preocupado por la posesión mientras mantuviese las inmediaciones de Alfonso Herrero a salvo. Así lo hizo. El único susto de esta primera mitad corrió a cargo de nuevo de Espiau, en el 31’. Un cabezazo que obligó al meta jabato a tirar de reflejos con una estirada abajo marca de la casa para sacar con la manopla derecha.

Sin goles

Salieron con otro aire al terreno de juego los de Etxeberria. Con más personalidad. Con más carácter ofensivo. Más dominadores. En tan solo tres minutos trenzaron una jugada que no se vio en todo el primer acto. Acabó en córner el disparo de Raúl.

La pelota ahora cambiaba de dueño con más facilidad y, pese a no tener las ocasiones a las que acostumbra el CD Mirandés, en esta segunda mitad el partido estuvo más igualado. Atrás, como al inicio, con Michelis erigiéndose dueño de todo en el centro de la zaga y Edu Espiau desesperado por no pescar nada ahí.

Pasaban los minutos, lo que a los visitantes más interesaba. Carrusel de cambios para dar refresco. Orio Rey y Roberto López daban el relevo a Álvaro Sanz y Gelabert (lesionado). Más tarde entraría Javi Llabrés por Jofre y agotar así la ventana de cambios en el 84. Durante estos minutos de partido: NADA. Inteligentísimo el equipo de Etxeberria que sabía jugar con un marcador más que beneficioso en cada acción que se paraba el juego. El descuento -de ocho minutos- eso sí, igualaría recompensaría después el tiempo “perdido”.

Joseba Etxeberria sorprendió con la inclusión de Álvaro Sanz en el once inicial. / Foto: LaLiga

Antes de llegar aquí, el gran problema para el CD Mirandés: Beñat Prados veía la roja directa por una plancha abajo sobre Yuri. Agotadas las ventanas con los tres cambios, Etxeberria reconvertía a Oriol Rey en defensa, justo en el lado de Prados y el CD Mirandés sobrevivía a los últimos amagos de embestidas bercianas. Sin apuros.

Incluso Raúl tuvo en sus botas la victoria en el descuento en un mano a mano con Amir al que llegó Agus Medina en el último suspiro para rebañar. La afición desplazada a El Toralín se echaba las manos a a cabeza.

Aficionados rojillos en las gradas de El Toralín. / Foto: LaLiga

El caso es que no se movió el marcador. Empate del Mirandés ante la Ponferradina. Un punto más que valioso. ¡Un puntazo!

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