Foto: Facebook Elvira Marín Angulo

El Ayuntamiento de Miranda de Ebro propone conceder el León de Oro de la ciudad a Elvira Angulo Marín, más conocida en la ciudad como «Elvirita la matrona». De esta forma quieren reconocer «la gran labor realizada» y su dedicación hacia los demás durante todos los años de profesión. Y es que esta mujer, que falleció en mayo del pasado año a sus 94 años, ejerció durante muchos años (desde los 19 hasta los 70) como matrona en el Hospital Comarcal Santiago Apóstol, haciendo que cientos de mirandeses hayan venido al mundo en sus brazos.

Elvira Angulo nació el 7 de septiembre de 1927 en un pueblo de Álava llamado Pobes. Cursó sus estudios en el Sagrado Corazón de Vitoria y sin cumplir los 18 años se trasladó a Madrid a realizar su carrera de matrona. La alcaldesa de Miranda, Aitana Hernando, ha recordado en su propuesta para otorgar este reconocimiento, que durante su juventud quería ir a trabajar a las misiones para ayudar a los demás, pero decidió hacer de matrona para ayudar a su padre, Don Leandro, que ejercía de tocólogo.

Lo que no sabía entonces era que su misión a partir de entonces sería ayudar a muchas mujeres a traer al mundo a sus hijos. Tras realizar sus estudios regresó a Miranda y «primero en bici y luego en moto, (que la acompañó a lo largo de toda su vida), estuvo siempre dispuesta a atender y cuidar a los demás fuera la hora que fuera».

Un 7 de julio de 1945 realizó su primer parto en Madrid y se enamoró de su profesión, y un 29 de septiembre de 1948, ya en Miranda, atendió su primer parto que, tras varias complicaciones, salió bien.

«En aquella época, sin medios suficientes, a veces sin luz o con la luz de carbureros, atendía partos donde tocara. Entonces no existían ecografías, ni monitores para escuchar el latido cardíaco, saber si había más de un bebé o podía haber sufrimiento fetal, mala posición del bebé o diferentes complicaciones. Con sus manos y con el estetóscopo o trompetilla de madera, había que solucionar lo que se presentara. Todos pendientes de ese parto, a la hora que fuera, verano, invierno, lluvia, nieve, de día o de noche, Elvira siempre tenía a punto su moto para salir corriendo. Cuando una mujer se ponía de parto iban a buscarla, no había teléfonos, solo centralitas y siempre dejaba dicho donde estaba», apuntan en la propuesta.

Pero a pesar de las dificultades, cada vez amaba más su profesión y las madres y padres de esta ciudad se lo han agradecido y le han demostrado su cariño hasta el día de su muerte.

«Probablemente no todos los partos saldrían bien y no tendrían el desenlace esperado porque los partos son siempre una urgencia y en un momento se pueden complicar, pero Elvira o Elvirita, como la llamaban en Miranda, se entregó en cuerpo y alma a su profesión, a las mujeres y a los niños, siempre dio lo mejor de ella con su sonrisa que iluminaba todo y daba confianza a quien atendía, aunque también tenía un carácter firme cuando la ocasión lo requería».

Trabajó muchos años atendiendo partos en las casas, luego en el hospital, y finalmente terminó sus carrera profesional en el centro de salud. Se jubiló a los 70 años, «siempre orgullosa de ser mujer y ayudar a la mujer, de dar ejemplo de mujer independiente, trabajadora fuera de casa y en casa».

Cabe recordar que Elvira Angulo ya recibió un reconocimiento a su labor en la ciudad, y se le entregó el premio a las mujeres trabajadoras de Miranda por parte de la Asociación de Mujeres Empresarias (ADEME). Además el Grupo Municipal de Ciudadanos propuso dedicar una calle o un espacio público a la matrona.

Esta propuesta se llevará a la Junta de Gobierno del próximo martes, 28 de marzo.

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