Ha logrado el Mirandés esta tarde en El Molinón el triunfo de la tranquilidad (3-4). Una victoria a domicilio, tres meses después de la anterior y segunda de la temporada, que le permite alcanzar los 40 puntos. Una cifra que permite ampliar la renta con las posiciones de descenso y que asienta a los rojillos en la zona media de la tabla.

Los rojillos celebran uno de sus goles en Gijón. / Foto: LaLiga

Una victoria convincente y que apuntaba a goleada, aunque en la recta final el Sporting ha maquillado el resultado. Los goles de Salinas y Jofre Carreras en el primer tiempo y de Pinchi y Juanlu en el arranque de segundo tiempo han conducido a los de Joseba Etxeberria hacia la tranquilidad en un escenario de lujo.

Nadie había hecho cuatro goles fuera de casa en toda LaLiga. Hoy los hizo el CD Mirandés y no en un escenario menor. En El Molinón, donde solo había caído dos veces esta temporada el Real Sporting de Gijón. Cayó hoy, 3-4. Y pudieron ser más. Muchos más.

Los rojillos castigaron a los locales en dos punzantes acciones a los 25 minutos de juego. Primero, nada más empezar, con un gol de Salinas a los 11 minutos de juego, aprovechando un gran servicio de Juanlu. Y en el ecuador de la primera mitad con un mano a mano entre Jofre y Cuéllar que el catalán definía con un regate inteligente para dejar vendido al meta y aumentar la distancia. Primer gol como jabato para el extremo, hoy titular en el once inicial de Joseba Etxeberria.

Pedro Díaz en el minuto 35 recortaba distancias con un disparo seco desde la frontal. Resultado engañoso por el arsenal ofensivo de los rojillos que pudieron irse con mñas goles en su casillero, pero tocaría seguir remando con todo vivo al descanso.

Salinas festeja el 0-1. / LaLiga

Tras la reanudación, salida en tromba. Lo que no se había culminado en la primera mitad, se hizo en la segunda. Más bien en tan solo diez minutos. Locura. Pinchi, en el 47, reventaba la red ante la mirada de un Pichu Cuellar vendido. Y Juanlu hizo lo propio en su enésima aventura por banda derecha. Disparo raso y seco, pegadito al palo corto. Minuto 55, 1-4.

El recital era absoluto. Los rojillos querían más. A Raúl García se le resistía el tanto. Salinas pudo hacer su segundo. También Pinchi. Y desde luego el partido parecía encarrilado. Sin embargo, el recién ingresado al terreno de juego: Aitor, acercaba posturas en el 79 y metía el miedo en el cuerpo en el descuento con el 3-4-

Demasiado susto para un partido en el que los visitantes fueron claramente superiores. Aún así, también supieron jugar ese otro partido en los instantes finales para guardar el botín y regresar a casa con tres puntos más. Objetivo Gijón conseguido. Objetivo 40 puntos alcanzado.

La afición rojilla disfrutó con su equipo. / LaLiga

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