Sigue aferrado el Mirandés a su fortín para evitar las posiciones de descenso. El equipo rojillo, que sigue sin carburar a domicilio, prácticamente cuenta sus encuentros como local por victorias. Desde que el 13 de octubre se llevara los tres puntos el Levante, de hecho, solo han perdido un encuentro en casa los de Etxeberria. De forma que el Mirandés toma aire gracias al efecto Anduva.
La víctima, en esta ocasión, ha sido el Real Oviedo (1-0). Un gol de Raúl García de Haro, el duodécimo de la campaña, ha permitido a los jabatos doblegar y adelantar en la tabla a los asturianos, mediante una ventaja de 8 puntos sobre el descenso a la espera de los resultados de mañana.
En un partido que se preveía cerrado de antemano, los rojillos supieron aprovechar una de las pocas oportunidades que se presentaron para hacer el único gol del partido. Raúl García de Haro fue otra vez el encargado de abrir la ventaja y mandar al filo del descanso el partido con 1 a 0 a vestuarios.
Anteriormente los de Joseba Etxeberría habían sido dueños del balón ante un conjunto visitante que buscaba en el juego directo su manera de hacer daño al contraataque. Alfonso Herrero y el larguero evitaron el gol azulón en una de los únicos acercamientos visitantes.
Tras la reanudación el partido no cambió de guión. Pocas concesiones y un par de oportunidades para equipo que pudieron mover el resultado final. Pinchi tuvo la mejor para los rojillos en un balón suelto que se le perdía alto. Y un tibio remate ovetense en área pequeña que se quedaba abajo Alfonso Herrero.
Al final, tres puntos, el Mirandés toma aire gracias al efecto Anduva y ganas de ir a por más a El Molinón.
