Tres años después del inicio de las mascarillas, ya no es obligatorio su uso en el transporte público. Una medida muy esperada por los usuarios habituales de este servicio en Miranda de Ebro que, en su mayoría se han deshecho por fin del cubrebocas dentro de los autobuses.

Aunque algunos prefieren ponerse la mascarilla antes de subir al autobús, sobre todo los más mayores, la mayoría celebran que esta medida por fin se haya adoptado. «Ya era hora, porque ya no la usamos en casi ningún sitio, ni en comercios, ni en bares, ni en la calle y no era lógico mantenerla en el transporte público», apunta una usuaria que hoy ya no ha usado la mascarilla cuando se ha subido al autobús.

«No tenía mucho sentido mantenerla porque nos reunimos sin ella en otros lugares y luego nos subíamos al autobús con ella puesta», señala otra usuaria, muy de acuerdo también con esta medida. Y es que en general los usuarios están mucho más cómodos sin la mascarilla, aunque ponerse el cubrebocas antes de subir al autobús se había convertido ya en un acto involuntario.

Los hay también que han tenido que preguntar al conductor si ya no era obligatorio, y los que por su seguridad seguirán poniéndosela. «Creo que no está mal mantener la mascarilla en espacios cerrados, sobre todo los que somos más mayores», asegura otra usuaria, aunque insiste en que es «criterio de cada persona», pero asegura que no la molesta llevarla.

En cualquier caso hay que recordar su uso se mantiene en centros y servicios sanitarios y en las oficinas de farmacia y botiquines, así como en los centros sociosanitarios, para las personas que trabajen en ellos y los visitantes.

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