Un solitario gol de Obeng, jugador por el que pujó la Dirección Deportiva el pasado mercado invernal, resolvió en El Alcoraz. El Mirandés cae por la mínima en Huesca en un encuentro marcado por las alternativas. Un partido en el que, posiblemente, merecieron más los rojillos. Pero en el que encajaron la tercera derrota consecutiva.

Partido tímido de inicio con los dos equipos bien colocados sobre el terreno de juego. Tanteo. Solo tanteo. Sin ocasiones ni acercamientos en los primeros quince minutos en beneficio de unas defensas sólidas y ordenadas.

A los rojillos les costó un tiempo hacerse con el dominio del esférico. La SD Huesca vivía cómoda sin él. Ahí, quizás, estuvo la clave de que el guion del choque cambiase en cuanto los de Etxeberria consiguieron dominar. 

Ganaban terreno los rojillos. Metros de campo para, cómo avisaba el técnico en la previa, jugar en campo contrario. Llegaba el primer saque de esquina que a punto estuvo de convertirse en gol en el minuto 22. Caramelo de Roberto López desde la esquina izquierda y cabezazo de Raúl Navas por encima del larguero. ¡Por muy poco! 

La réplica de Obeng, tras aprovecharse de una pérdida no forzada en un balón atrás, acabó con el trallazo raso del delantero perdido por línea de fondo, cerca del poste. Un susto que, si acaso, hizo venirse arriba a los visitantes.

Minuto 29 y, de nuevo desde la esquina y a balón parado, Álex Martín obligaba al paradón de Andrés. A bocajarro el cabezazo picado del central. Después, barullo en el área con los jugadores jabatos pidiendo penalti por agarrón y por mano.

Y ya casi con el primer acto cumplido, era Gelabert quien pudo mandar con ventaja a los suyos a vestuarios de haber aprovechado una buena contra para la que su pase atrás no encontró rematador. Descanso sin goles con la sensación de que los locales se iban con mayor botín en el electrónico tras lo visto.

Arrancaba el segundo tiempo algo más agitado. Cristian Salvador ponía el “uy” en boca de sus aficionados con un disparo desde la frontal, de volea, que se perdía alto. Juanlu, minutos después, se incorporaba por derecha para acabar rematando de izquierda flojito desde el pico de la frontal. No se habían cumplido los diez primeros minutos y había clara demostración de intenciones en ambas escuadras por ir a por la victoria.

El partido se rompió, definitivamente con los cambios. Tres introdujo Ziganda a la hora de juego; Manu, en los locales, retiraba a un Oriol Rey con amarilla. El dominio, ahora, tornó para los intereses oscenses. 

Raúl García de Haro, ante dos rivales. / LaLiga

Alfonso Herrero evitó con un paradón en el minuto 67 el que pudo ser el primero. Sin la misma fortuna, sucumbió ante la chilena de Obeng cinco minutos más tarde. El nuevo delantero de la SD Huesca, titular hoy, ponía el balón cerca de la escuadra tras una prolongación en el área. 1-0 en El Alcoraz.

Entraron Pinchi, Llabrés y también Jofre para este último tramo de choque. Con más corazón que precisión lo intentó un CD Mirandés que cambió de esquema dejando solo dos centrales atrás e intentando acumular hombres arriba. Pero la SD Huesca interpretó bien su ventaja en lo que al otro fútbol se refiere y, lo cierto, es que poco se jugó de los últimos quince minutos de partido tras el tanto local. No hubo más.

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