Miranda de Ebro ha rendido un especial homenaje este jueves a todas aquellas personas que perdieron la vida durante la pandemia de coronavirus mediante un sentido acto en el que se ha presentado una placa de metal conmemorativa que reza: ‘Miranda de Ebro en recuerdo a las personas fallecidas durante la pandemia por Covid-19. Siempre en nuestros corazones’.
Tras esto, se ha procedido a la lectura de un emotivo discurso y a la plantación de un árbol (tilo) en el parque Antonio Machado a modo de metáfora que simboliza a las raíces como todo lo que se ha ido, el tronco lo que permanece y las ramas todo lo que queda por crear en el futuro.
Así decenas de mirandeses, representantes de todos los grupos municipales presentes en el consistorio y efectivos de Policía Local, Nacional y Guardia Civil han estado presentes durante el acto de plantación, al que le ha precedido la lectura de un discurso a cargo del periodista local José Ángel García.
Durante la misma el periodista ha querido mostrar el respeto y el recuerdo que se mantiene por todos aquellos que murieron en Miranda a causa de la pandemia de coronavirus sin poder haberse despedido de sus familiares. También ha destacado que al dolor que supone la pérdida de un ser querido hay que sumar «el dolor y la rabia» que genera el hecho de no haber podido decir adiós a esa persona.
A modo de conclusión, García ha querido mandar un recuerdo a todos aquellos mirandeses que fallecieron sin poder ser despedidos, asegurando que se mantendrán siempre en nuestros corazones porque «solo morimos cuando nos olvidan», ha asegurado.
Tras la lectura dos operarios del servicio de jardinería del Ayuntamiento de Miranda han procedido a la plantación del tilo en el parque Antonio Machado.
La alcaldesa de Miranda, Aitana Hernando, aseguró que espera que este acto pueda servir como «un consuelo para quienes no pudieron decir adiós a sus familiares y amigos».
Desde que comenzara la pandemia de coronavirus en el año 2020 un total de 148 han fallecido en el Hospital Santiago Apóstol de Miranda, de las cuales una buena parte ni siquiera pudieron despedirse de sus seres queridos.
