Tras celebrarse en 2019 la primera edición con buenas sensaciones, nada hacía presagiar que habría que esperar hasta 2022 para que el Miranda Urban Festival (MUF) viviera su segunda edición. Ese día, pandemia de Covid-19 mediante, ha llegado: la salida al escenario de La Fábrica de Tornillos de los mirandeses Miranda Hoodtrotters mañana a las 19:15 dará el pistoletazo de salida a dos días de música.
El MUF nació, señala Ramiro Molinero, con el reto de ser “un festival joven, diferente, que se convirtiera en referente en este país tan poblado de festivales”. De la mano de la Asociación Rafael Izquierdo y La Agencia, con la colaboración del Ayuntamiento de Miranda de Ebro, tratando de aportar algo diferente al sobrepoblado (aún más tras la crisis sanitaria) calendario de festivales musicales de todo el país.
El parón obligado ha hecho que la organización trabaje incesantemente este tiempo para mantener a los grupos que ya estaban comprometidos, como Los Chikos del Maíz, Barry B, la Furia y Nativa a los que se suman cinco representantes locales (sobre un total de 19) y dos grupos que “vienen pegando fuerte”. Ayuso, Miranda Hoodtrotters, Sentido Crítico, Mindruss y Teleclub ponen el acento local mientras que Ill Pekeño & Ergo Pro y Chill Mafia suben el nivel. “Esta edición es mejor que la de 2019, pero será peor que la de 2023”, confió Pablo Rodríguez, de La Agencia, en la presentación oficial. Destacaron, igualmente, que se cumplen con los objetivos marcados de reunir música rap, hip hop, reggae, rock urbano, hardcore…
La espinita clavada para la organización es tener que haber suspendido los conciertos que se iban a celebrar en la plaza de Santa María al ser técnicamente imposible desarrollarles en la Fábrica de Tornillos y haber sido imposible la presencia del equipo técnico que iba a encargarse de la logística. “En la actual situación surgen este tipo de problemas”, admitieron.
Aún así, el MUF crece con un presupuesto de 90.000 euros y la inclusión de un concierto para niños el sábado (11:15 horas) en la plaza de la Constitución, con Dr. Sapo, la celebración de una comida popular en la plaza de España también el sábado en torno a las 15:00 horas (a un precio de 2 euros) y la incorporación de dos conciertos gratuitos en La Fábrica de Tornillos la mañana del sábado (Tanaka y Sentido Crítico) para hacer partícipes a más mirandeses de este evento que trata de ser diferente, urbano, arriesgado, joven…
“Estamos satisfechos con la respuesta del público”, aseguró Ramiro Molinero, quien estableció en torno a “un tercio” el aforo aún disponible en la web del festival y en La Pepa y La Rayuela. “Va a venir gente de muchos puntos de España. Esperemos que el empujón final nos acerque al lleno”, explicó el portavoz de la Asociación Rafael Izquierdo. Aún así, a la espera de ese incremento final, se superarán los 1.200 asistentes entre ambas jornadas.
El Miranda Urban festival arranca mañana y concluye el sabado con el reto de posicionar Miranda de Ebro como una ciudad joven, valiente, visitable, abierta y siempre a la vanguardia de las nuevas tendencias culturales.
