Foto: Twitter iumiranda

Se trata de uno de los edificios más emblemáticos de Miranda de Ebro y testigo de una época dorada en la que la ciudad era conocida en todo el mundo por su gran peso como nudo ferroviario. Y es que siguiendo el plan de Renfe para demoler las principales instalaciones de su taller de motor, debido al deterioro de los inmuebles y al descenso de la carga de trabajo, las labores de demolición del pabellón de diésel ya han comenzado.

Y no será el único edificio ferroviario que desaparecerán a corto plazo. Renfe también ha previsto la demolición de las naves de carpintería y el almacén exterior, que forman parte de los talleres de material motor del complejo ferroviario. Según apunta la compañía, el objetivo de estos derribos es modernizar las dependencias, trasladando a este espacio la actual base de mantenimiento de remolcado, que se encuentra a pocos kilómetros de los talleres de motor.

El pabellón de material diésel es la nave más grande de las tres, con una superficie total de 975 metros cuadrados. En los años 70 estaba destinada a albergar distinto material, como locomotoras y vagones, sin embargo, estas dependencias dejaron de utilizarse y la falta de mantenimiento ha desembocado en su demolición.

Se trata de inmuebles con un gran interés histórico y patrimonial, debido a la importancia de Miranda de Ebro como núcleo ferroviario en el siglo XIX, desempeñando un papel destacado en las comunicaciones de todo el país. Por eso, conocida la noticia, muchos levantaron la voz para defender su mantenimiento, buscando otros usos para unos inmuebles que forman parte de la historia y de la memoria industrial de la ciudad.

Los grupos municipales de Izquierda Unida y Podemos ya se pronunciaron al respecto, lamentando que se pierdan elementos importes del patrimonio arquitectónico industrial de la ciudad. Proponían mantener y conservar estos antiguos edificios integrándolos en las nuevas instalaciones. Al mismo tiempo solicitaban al Consistorio mirandés la realización de un catálogo que integre los inmuebles industriales más emblemáticos que aún existen y que merecen su conservación.

Por lo pronto estas solicitudes se han quedado en papel mojado y ahora lamentan que la ciudad siga perdiendo «edificios emblemáticos de nuestra historia», como ya ocurriera con otros inmuebles conocidos como la Lamparería y la Casa Blanca que se levantaban en el entorno del edificio central de la estación de ferrocarril.

La demolición la está realizando la empresa Construcciones y Desmontes Ribera Navarra, y tiene previsto el derribo de las otras dos naves en los próximos meses. Para ello deberán será necesario desmontar otras instalaciones como la red de alumbrado o la calefacción. El plazo previsto para ejecutar estos trabajos es de cuatro meses desde la formalización del contrato, que se rubricó antes de verano.

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