Dura derrota del Mirandés en la Ciudad Deportiva Pamesa (3-0) en un encuentro en el que todo se .le puso cuesta arriba a los de Joseba Etxeberria. Los jabatos, en el feudo de un equipo talentoso, tuvieron que jugar 80 minutos en inferioridad numérica por la expulsión de Álex Martín antes del cuarto de hora y, además, recibieron el primer gol, que les obligaba a un sobreesfuerzo, al filo del descanso. Un tanto psicológico que pesó en exceso y que condenó a los rojillos, que siguen sin ganar tras la disputa de las cuatro primeras jornadas ligueras (3-0).
Arrancó el partido sin demasiado ritmo. Sin peligro en las áreas. Un encuentro sin aparentes sobresaltos hasta que, en el minuto 11 todo cambió. Segunda amarilla para Álex Martín -tercera del Mirandés en el arranque del encuentro- y los jabatos con un hombre menos desde entonces.
Sin embargo, pese a prever un encuentro de dominio amarillo, por empuje y ambición, eran mejores los rojillos. Se asomaban tímidamente en ataque, pero en defensa parecían multiplicarse para aunar esfuerzos y con un 4-4-1, tapar todos los posibles huecos. En el minuto 24, Raúl García estuvo a punto de sorprender a todo el mundo con la salida en falso de Iker Álvarez. La sacó la defensa cuando el balón iba a portería sin portero ni oposición.
El esfuerzo, durante estos minutos, era soberbio jugando desde tan pronto en inferioridad. Sin embargo, y de nuevo en los minutos que más duelen, el gol del Villarreal B no podía ser más cruel: en el minuto 43, con revisión de VAR durante varios minutos incluida. El tanto subía al marcador, obra de Dela de cabeza a la salida de un córner.
Muy cuesta arriba. Aún así, la primera ocasión clara de la reanudación volvió a tener color rojo. Salinas, en un balón franco que Parra puso atrás, pero se le marchó demasiado alto con la derecha. Los de Etxeberria se rendía a entregarse y dejaban todo sobre el césped, con más corazón que fuerzas reales. La energía iba cayendo y el segundo gol acabó de matar esperanza alguna de igualar. Leal, en el segundo palo, empujaba de interior a la red un balón que suponía el 2-0 en el marcador en el minuto 76.
El tercero, ya cruel por el derroche de los jabatos jugando durante tantos minutos en inferioridad numérica, lo firmó Ojeda en el minuto 88.
