La Audiencia Provincial de Burgos ha absuelto al que fuera inspector jefe de la Policía Nacional de Miranda de Ebro por un delito de falsedad documental, tras un largo proceso judicial que comenzó en el año 2021.
Cabe recordar que el otoño de 2021 un agente policial destinado en la comisaría de Miranda de Ebro solicitó a la División de Personal de la Dirección General su traslado temporal a Oviedo para recuperarse de una lesión en la rodilla. El acusado, por aquel entonces jefe inspector de la comisaría de Miranda, redactó un informe en el que rechazaba la petición del agente, al considerar que no era necesario el cambio de residencia, teniendo en cuenta su situación familiar.
Según advertía en el informe, no se recomendaba el cambio de domicilio debido a las “enfermedades invalidantes” que sufrían los padres del agente, una afirmación que desencadenó todo el proceso judicial.
Así las cosas los padres del agente presentaron denuncia por un presunto delito de falsedad documental, ejerciendo como acusación particular. Durante el proceso demostraron mediante informes que se encontraban en un estado óptimo de salud, y que en ningún caso sufrían ninguna enfermedad invalidante, tal y como apuntaba el informe del inspector jefe. Por ello, solicitaban una condena de hasta cinco años de prisión para el acusado y una multa de 20 euros diarios durante 20 meses.
Ahora la sección primera de la Audiencia Provincial de Burgos ha considerado que las valoraciones del acusado en su informe son meramente “subjetivas” y que en cualquier caso el inspector jefe no era el “órgano decisor competente”, aclarando que es la Dirección General del cuerpo la que tiene las competencias en esta materia. Por eso advierte de que el informe “no es vinculante” y absuelve al acusado.