A 48 horas del derbi, los técnicos de Mirandés y Burgos han posado juntos este mediodía en Anduva. Joseba Etxeberria y Julián Calero han mostrado buena sintonía en un encuentro cordial que ha tratado de dar naturalidad a la rivalidad entre ambas escuadras, pero dentro de un ambiente sano tras una semana en la que ha habido múltiples reproches en redes sociales entre ambas aficiones.

Se espera un encuentro de máxima exigencia en el feudo rojillo (18:15 horas) y en el que los dos equipos tienen una motivación extra por lograr el triunfo. Para los mirandesistas supondrían adelantar en la clasificación al Burgos cuando quedarían solo siete duelos en disputa y casi certificar la salvación. Para los blanquinegros ganar supondrían el broche de oro emocional a una gran temporada, ampliar a seis la renta de puntos sobre el Mirandés y mantenerse en la lucha por disputar el play off.

Para saber qué sucede, el campo presentará una inmejorable imagen, con lleno en las gradas tras venderse en la tarde de ayer las últimas entradas disponibles. Precisamente el club mirandesista alertó de que al tratarse de un encuentro declarado de alto riesgo no es posible acceder al estadio mirandés con distintivos blanquinegros fuera de la zona habilitada para la afición visitante.

En cuanto a los técnicos, han charlado de manera amigable en los exteriores de Anduva al encontrarse y han posado sonrientes ante los medios de comunicación tanto en la sala de prensa como en el césped, llegando incluso a intercambiar sus camisetas.

El de este domingo será el segundo duelo directo entre ambos técnicos. El pasado mes de mayo se enfrentaron en la final por el ascenso a LaLiga SmartBank cuando el de Elgoibar dirigía al Bilbao Athletic. El premio fue para los blanquinegros, que con un gol de Saúl Berjón en la prórroga lograron el ascenso y, posiblemente, evitaron la desaparición al presentar el cuadro de la ribera del Arlanzón una importante deuda económica.

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