En los últimos días han proliferado las quejas presentadas al equipo de gobierno por las molestias que generan los pitidos indicativos para invidentes en los semáforos de peatones, los cuales se mantienen durante día y noche, independientemente de si hay personas con intención de cruzar o no. Ante esto, el Ayuntamiento responde que dicho sistema cumple con la normativa vigente y con los derechos de estas personas, al tratarse de una medida de inclusión social.
Esta respuesta ha sido merecedora de las críticas del principal partido de la oposición. El PP, pese a afirmar que esa normativa se debe cumplir para proteger los derechos de una minoría como lo son los invidentes, ha calificado esta argumentación como «una tomadura de pelo» la cual, según este grupo político, demuestra «la inoperancia» del Consistorio.
Es por esto que el Partido Popular de Miranda, ante la existencia de tanta reclamación ciudadana, pide la instalación de semáforos inteligentes, que supondría contar con «un sistema mucho más moderno e inteligente, que sólo se activaría si se acerca una persona con la aplicación» creada a tal efecto, lo cual evitaría «molestias innecesarias por el pitido» del aviso. Es decir, que el semáforo únicamente emitiría la señalización sonora en caso de que un ciudadanos registrado como invidente en la APP se acercara al cruce donde se sitúa el mismo. La instalación de este sistema, además, no cuenta con un coste muy elevado, ya que «solo se necesitaría un cambio en la configuración del terminal».
Este sistema también hace que los semáforos gestionen por sí solos el momento en el que se deben poner en rojo mediante la gestión de datos como el número de vehículos que se han aproximado al semáforo, cuánto tardan en ponerse en marcha o cómo está la circulación en otros cruces; ha sido pionero en la región de Galicia, donde ya se encuentra instalado en urbes tan importantes como Vigo, tal y como asegura el PP.
Asimismo, los populares de Miranda mantienen sus exigencias a la hora de implantar «una mejora y puesta en marcha de un plan de accesibilidad» que permita facilitar el tránsito de la ciudad.
Entre las medidas reclamadas se incluye «igualar la altura de las aceras con la de los bajos de los autobuses, eliminación de elementos de mobiliario urbano que dificultan el paso de personas con movilidad reducida o controlar el paso de sillas de ruedas entre las actuales terrazas dada la situación actual derivada de la pandemia, sin olvidarnos de las tan solicitadas mejoras en las instalaciones deportivas pedidas por este grupo», dejando así de lado «la política de parches» que achaca el PP al equipo de gobierno municipal.
