La Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Burgos ha confeccionado seis boletines de denuncia a un conductor profesional, por infracciones detectadas durante la conducción, a la Ley de Seguridad Vial y al Reglamento General de Transportes Terrestres, al ser sorprendido con una tasa de alcohol superior a la permitida y minorar el periodo de descanso diario, entre otras dejaciones documentales.

Los hechos ocurrieron días atrás, de madrugada, cuando una Patrulla de la Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Burgos, con motivo de uno de los dispositivos dirigidos a la verificación y control de los transportes por carretera, paraba un vehículo articulado de gran tonelaje en el kilómetro 334 de la autovía A-1, a su paso por La Puebla de Arganzón.

La inspección detectó varias irregularidades, como que carecía del Certificado de Aptitud Profesional (CAP) y de las hojas de registro de los tiempos de conducción y descanso de la jornada laboral en curso y de las veintiocho precedentes conforme a la normativa; tampoco portaba en el vehículo la obligatoria Tarjeta del Conductor para acceder al tacógrafo.

Cabe destacar que se observó una importante minoración de los tiempos de descanso en dos jornadas laborales diferentes, lo que supone sendas infracciones muy graves, que pueden implicar una sanción de 1.001 euros.

Practicada la prueba de alcoholemia mediante el aire espirado arrojó sendos resultados positivos 0’40 mg/l -casi triplicaba la tasa máxima permitida de 0’15 mg/l establecida para este grupo de conductores profesionales-, resultado que le puede acarrear una sanción de 1.000 euros y la detracción de seis puntos de su Permiso de Conducción.

Al objeto de asegurar el descanso mínimo reglamentario y que descendiera la tasa de alcoholemia a límites permitidos, el vehículo quedó inmovilizado ya que en caso contrario el viaje podía haber tenido otro desenlace, de fatales consecuencias, teniendo en cuenta sus características y tonelaje.

Estas acciones al volante afectan directamente a la seguridad vial, poniendo con ello en peligro la propia vida y la del resto de usuarios de la vía por grave riesgo de sufrir un accidente de circulación al disminuir los reflejos por cansancio, distracción y/o somnolencia.

Además atentan de forma directa contra la filosofía de la implantación del aparato de control (tacógrafo) en cuanto a la Seguridad Vial, mejora de las condiciones de trabajo de los conductores y las reglas de una libre competencia en el transporte.

La ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.

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