Detalle del estado actual de las instalaciones de Valkiria

La Asociación Valkiria, a través de Myriam García, lanza una llamada a la Junta de Castilla y León para poder obtener la cesión del edificio del CEI de Bayas. Las instalaciones, actualmente en uso, de la antigua guardería de Las Matillas se han quedado pequeñas. “Además, tenemos problemas de goteras, problemas de accesibilidad por las escaleras y no podemos tener baños adaptados”, sentencia Myriam García.

El estado de las instalaciones que actualmente ocupa Valkiria habla por si mismo. Desconchones, ventanas con más de 40 años, baños no adaptados para personas con capacidades diferentes, son el pan nuestro de cada día para los usuarios, trabajadores y voluntarios de Valkiria. Por otra parte, tal y como denunciaba la semana pasada la alcaldesa de Miranda de Ebro, Aitana Hernando, las instalaciones del CEI de Bayas continúan sin uso. La Asociación ha tratado de mil maneras de poder ocupar unas instalaciones que se encuentran sin uso, pero la Junta de Castilla y León se aferra, según denunciaba la alcaldesa, a un convenio que solo permite su uso para educación de cero a tres años.

Para poder ceder el espacio a Valkiria es necesario un cambio en el uso contemplado en la cesión y que este se abra a cualquier tramo de edad, tal y como solicitaba Hernando la pasada semana.

“Tenemos 20 usuarios en estos momentos, pero tenemos otros ocho en lista de espera por falta de espacio”, aclaran desde la Asociación. “El espacio de Bayas es ideal para llevar a cabo nuestra actividad, puesto que carece de barreras arquitectónicas y con el dinero que recaudemos del programa de fiestas y otras aportaciones nos comprometemos a adaptar los baños y el resto de espacios para su uso”, aseguran desde la Asociación que trabaja con personas con capacidad intelectuales diversas. “Bayas se está deteriorando al estar cerrado y cuando se quiera volver a poner en uso los costes de reparación habrán ascendido”, denuncia García que dice no comprender cómo “nos estamos dejando morir unas instalaciones idóneas por culpar de la burocracia”, mientras insiste en que “Valkiria necesita Bayas para poder realizar su labor”.

“Los costes de funcionamiento de Valkiria no son tampoco baratos. Una silla adaptada a las necesidades de sus usuarios tiene un coste de 200 euros, necesitan materiales especiales para que puedan trabajar y se va mucho dinero en seguridad. También la capacidad de ocupación del Centro de Las Matillas se ha visto afectado al tener que aumentarse las distancias de seguridad debido a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19.

Programas de fiestas

Desde la asociación agradecen la ayuda del consistorio, que este año destinará la recaudación de los programas de fiestas a Valkiria. “Cada céntimo proveniente de la venta de programas nos servirá para seguir creciendo”, reconoce García. La directiva de la Asociación reconoce que la polémica con el lugar de la impresión de los programas “ha hecho daño”. “Son varios los establecimientos que nos han comentado que este año hay menor demanda de programas porque la gente no entiende que se impriman fuera. Lo importante es que el Ayuntamiento no gana nada con esto, todo el dinero va para Valkiria, para sus usuarios y sus familias, para que podamos seguir creciendo y ayudando en la integración social de las personas con discapacidad”, afirma.

Dependiendo de la cantidad obtenida con la venta de programas, la Asociación Valkiria se plantea diferentes usos. Entre ellos está, en primer lugar, el de obtener la cesión del Centro Infantil de Bayas y su adaptación. La Asociación reconoce que es la única manera de eliminar la lista de espera y “dar oportunidades de desarrollo laboral y social a todas las personas posibles”.

Tres centros en uno…y compartido

Valkiria desarrolla su labor ocupacional a través de tres centros con sede en el barrio de Las Matillas, una sede que comparten con la Asociación de Vecinos. Dentro del vetusto edificio se integran el Centro Ocupacional, el Centro de Trabajo Protegido y el Centro Especial de Empleo.

El Centro Ocupacional asegura los servicios de terapia ocupacional y de ajuste personal y social a las personas con discapacidad, cuando por el grado de discapacidad no pueden integrarse en una empresa o en un Centro Especial de Empleo. En el se realizan diversas artesanías y manualidades que permiten a sus usuarios integrarse socialmente desarrollando pequeñas actividades “laborales”.

El Centro de Trabajo Protegido “Elabora”, por su parte, es un centro de trabajo productivo que desarrolla actividades auxiliares para la industria y los servicios. En él los socios de Valkiria desarrollan trabajos para empresas externas y tienen asegurado un salario competitivo, cuentan con servicios de desarrollo personal y social y una ventana abierta al empleo ordinario y de mercado.

Por último, el Centro Especial de Empleo “Integra” brinda a los trabajadores con capacidades especiales la posibilidad de realizar un trabajo productivo y remunerado, adecuado a sus características personales y que facilite su integración laboral en el mercado ordinario de trabajo. En el caso de Valkiria, este centro realiza labores de jardinería, limpieza y otras actividades auxiliares.

Prueba del éxito de Valkiria son las dos contrataciones realizadas el año pasado y que continúan activas éste; o la reciente contratación de un trabajador que realiza labores de recepcionista y encargado de pedidos para La Corrala.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí