La consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, ha presentado este martes las novedades del nuevo curso escolar 2021-2022, que arranca con mayor certidumbre con respecto al año pasado. La principal novedad es la recuperación de las clases extraescolares fuera del horario lectivo.
De esta forma los centros escolares de toda la Comunidad deberán seguir un protocolo sanitario marcado por la Junta, en el que destaca el mantenimiento de la distancia de seguridad de 1,5 metros. Otras autonomías han optado por flexibilizar esta distancia hasta el 1,2 o incluso menos, si bien la titular de Educación ha señalado que «han apostado por garantizar presencialidad, calidad educativa y seguridad».
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el ritmo de vacunación es bueno y los mayores de 12 años acudirán a los centros con, al menos, una dosis suministrada. En este sentido, y a medida que mejore la situación epidemiológica, se podrán ir flexibilizando algunos aspectos como el uso de la mascarilla, que en principio será obligatoria en todo el recinto para los escolares que cumplan 6 años.
Refuerzo COVID
Para conseguir esas dosis de seguridad, la Junta ha apostado por mantener todos los recursos humanos y materiales necesarios para que se garantice la distancia.
Así, se mantienen los docentes necesarios para los desdobles de aulas a los que obliga la separación de metro y medio entre alumnos y se reduce, aún más que el curso anterior, el horario lectivo de los docentes que forman parte de los equipos Covid de cada centro.
Además se establecen, como en el curso pasado, grupos estables de convivencia para Infantil y primero de Primaria con un número máximo de entre 22 y 25 alumnos por clase. El uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio durante todo el horario lectivo para mayores de 6 años.
Rocío Lucas ha puesto el acento, además, en los refuerzos que la Junta ha habilitado para la limpieza: “se incrementa el número de profesionales en 252 con un coste de 5,2 millones de euros, se aumenta en 300.000 euros las contratas de limpieza y se destinan 1,9 millones para ayudar a las entidades locales”.
Principales datos del curso 2021-2022
Las cifras con las que empieza el nuevo curso son esperanzadoras. Aumenta ligeramente el alumnado en Castilla y León debido, sobre todo, al incremento en las etapas no obligatorias: 7,65 por ciento en la educación de 0 a 3 años y un 2,5 por ciento en el segundo ciclo de Educación Infantil.
También serán más los docentes: a los 1.350 que se contrataron a mayores el curso pasado, se une el incremento de 201 de este curso. “Con esta subida -debida principalmente a la dotación extraordinaria para el Covid, pero también para responder al crecimiento del alumnado y las nuevas necesidades formativas- se pasa de 35.615 del curso pasado a los 35.816 del curso 2021-2022”, ha señalado la titular de Educación.
En el apartado de los servicios complementarios, destaca la inversión de 48,5 millones de euros para transportar diariamente a más de 34.400 alumnos en casi 2.000 rutas. Este curso, además, se esperan en torno a 40.000 usuarios en los comedores escolares, la mitad de ellos sin coste alguno para las familias.
La oferta de FP sufre el mayor crecimiento de los últimos años
A falta de que se termine la matrícula, la Consejería de Educación espera un aumento cercano al 2 por ciento en el número de alumnos que estudien Formación Profesional. En este apartado, Rocío Lucas ha subrayado el incremento del 60 por ciento en los cursos de especialización, que empezaron a impartirse el pasado curso con el objetivo de completar las competencias de quienes ya dispongan de un título de FP.
La Formación Profesional es uno de los pilares de las nuevas políticas de la Junta de Castilla y León orientadas a retener talento y generar proyectos de vida de futuro en el territorio. En ese sentido, y cumpliendo el compromiso de ampliar y diversificar la oferta de este tipo de enseñanzas, se han ofertado 38 nuevos ciclos: el mayor crecimiento de los últimos años, con un ritmo de implantación de nuevos estudios que duplica con creces el de los últimos cursos.
El objetivo es dibujar una oferta adaptada a las necesidades reales del tejido productivo de la Comunidad sin perder de vista valores como la lucha contra el cambio climático o el poder de transformación de la innovación. Así, los nuevos estudios tienen que ver con las TIC, las energías renovables, el sector agroalimentario o las emergentes necesidades sanitarias entre otros.
