Los menores de 60 años que han recibido la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca tendrán la posibilidad de completar la pauta eligiendo el mismo suero o el de la farmacéutica Pfizer. Para ello, según ha anunciado este martes la consejera de Sanidad, Verónica Casado, deberán firmar un consentimiento informado que podrán descargarse en la página web del Sacyl y en el que se incluye el nombre completo, el DNI, el lugar, la fecha y la firma.

De esta forma, independientemente del suero que elijan para la segunda dosis, tendrán que descargarse este consentimiento informado, rellenarlo y presentarlo en el momento en el que sean convocados para la inyección. Un trámite que no ralentizará el proceso, según la consejera, que ha apuntado que «lo único que retrasará la vacunación es no tener vacunas».

Hay que recordar que el Ministerio de Sanidad baraja solo la opción de solicitar consentimiento a los menores de 60 años que quieran completar su pauta con AstraZeneca. Esta decisión llega después de que el Comité de Bioética haya emitido su informe, aunque no es vinculante, en el que considera «ética y legalmente recomendable» que este grupo de población -la mayoría trabajadores esenciales- firme un consentimiento informado específico si rechaza recibir la segunda dosis de Pfizer en favor de repetir con AstraZeneca.

Textualmente, el informe aprobado dice que «parece ética y legalmente recomendable que las personas que rechacen vacunarse con un esquema heterólogo (la pauta mixta de vacunación) firmen un protocolo de consentimiento informado específico que acredite documentalmente tanto su rechazo a la vacunación como que disponen de suficiente información sobre el riesgo de síndrome de trombosis con trombocitopenia asociado a la vacuna de AstraZeneca».

Sanidad y las comunidades autónomas ya aprobaron el pasado miércoles permitir a los menores de 60 vacunados recibir la segunda dosis de AstraZeneca si rechazan hacerlo con Pfizer, si bien la ministra Carolina Darias quiso dejar claro que «no es una cuestión de elección».

Y no lo es, dijo entonces Darias, porque la Comisión de Salud Pública decidió un día antes, el martes, que este colectivo reciba la segunda dosis de la vacuna de ARNm, aunque lo hizo muy dividida porque la propuesta salió adelante con diez votos a favor; siete, en contra; y tres abstenciones.

Ese mismo martes, el Instituto de Salud Carlos III trasladó a Salud Pública los resultados preliminares del ensayo clínico puesto en marcha con 678 voluntarios que confirmó la eficacia y seguridad de combinar ambas vacunas.

No obstante, el Ministerio decidió trasladar a Bioética una consulta para conocer su opinión sobre si es correcto, desde el punto de vista ético, completar la pauta a estos pacientes con el suero anglosueco y, en ese caso, si debía ser bajo consentimiento informado.

El Comité ha concluido que «no deben alterarse los criterios para la toma de decisiones en la estrategia de vacunación y permitir a las personas menores de sesenta años que recibieron una primera dosis de dicha vacuna elegir la vacuna de la segunda dosis».

Tanto el propio interés individual, «basado en la ausencia aún de información suficiente» de los riesgos que se derivan de esta vacuna, como el colectivo representado en la Estrategia de Vacunación, junto a los diferentes principios ético-legales, «informan en contra de aceptar la libertad de elección de la vacuna por parte de dicho grupo de población», argumenta.

«Sin perjuicio de todo ello, cabría aplicar una segunda dosis de Vaxzevria» (nombre comercial de AstraZeneca) a aquellas personas que rechacen hacerlo con Pfizer «no como expresión de facultad alguna de elección, sino por el bien de la salud colectiva y de su propia salud individual», explica el Comité. Pero matiza que podrá hacerlo «siempre, obviamente, que haya disponibilidad de esta vacuna».

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