Rueda de prensa ofrecida por los responsables sanitarios burgaleses y regionales.

La Gerencia Regional de Salud ha trasladado hoy a la orden religiosa San Juan de Dios la posibilidad de rescindir, de mutuo acuerdo, el convenio de vinculación asistencial que les unía con respecto al hospital de la institución en Burgos. Ante el enquistamiento de una situación que no ha mejorado a pesar de los últimos meses de negociación, la Gerencia de Salud afirma que «se ve obligada» a adoptar esta decisión, motivada por el «deficiente cumplimiento de la actividad asistencial comprometida a lo largo de 2020 y agravado en el primer trimestre de este ejercicio, sin visos de mejora ni a corto ni largo plazo».

En una rueda de prensa el gerente regional de Salud de la Consejería de Sanidad, Manuel Mitadiel Martínez, el delegado territorial en Burgos, Roberto Saiz Alonso, la gerente de Atención Primaria, Mónica Chicote de Miguel y el gerente del HUBU, José María Romo, han explicado el porqué de la propuesta de finalización de este acuerdo.

Esta decisión se ha adoptado después de que en los meses que se llevan del presente ejercicio se hayan mantenido, sin éxito, contactos a diferentes niveles con el fin de alcanzar una solución que respondiera a los objetivos de ambas partes: por un lado las aspiraciones económicas de la Gerencia del hospital burgalés y, por otro, el cumplimiento de las prestaciones asistenciales que se recogían en el acuerdo que ha estado vigente.

La Junta de Castilla y León, asegura en un comunicado de prensa, ha manifestado en todo momento su voluntad negociadora y una actitud positiva hacia la continuidad -más aún al tratarse de una entidad sin ánimo de lucro, muy integrada en la sociedad burgalesa y generadora de empleo- y se ha posicionado de forma favorable a seguir contando con la Orden de San Juan de Dios, cooperación que en otros ámbitos de la Comunidad es satisfactoria.

En este sentido y en el marco de esa voluntad de Sacyl de apurar al máximo las opciones, se han traslado propuestas sin avance significativo, por lo que, con el objetivo de poner fin a una situación enquistada, la Gerencia Regional de Salud ha decidido solicitar la rescisión del convenio ante el deficiente cumplimiento de la asistencia sanitaria comprometida.

Sacyl ha trasladado a los responsables del San Juan de Dios las necesidades de prestaciones sanitarias que justificarían la continuidad de la vinculación asistencial, sin alcanzar garantía de cumplimiento; es más, a la vista de la liquidación de 2020 y del avance del primer trimestre de este 2021, la situación se ha caracterizado por un deficiente desarrollo de lo acordado.

Así, en el convenio se preveía la utilización de 80 camas que, en el ejercicio anterior quedaron reducidas a 45 y, en lo que va de este, no han superado las 40; asimismo, en el primer trimestre de 2021 las estancias sumadas han sido 3.321, lo que en una extrapolación anual sumarían 13.284, lejos de las 21.800 estipuladas (el 61% del total previsto).

En lo referido a la actividad quirúrgica, en 2020 fue inferior al 50 por ciento de los procedimientos fijados por el acuerdo entre el hospital burgalés y la Gerencia del Área de Salud, situación que no ha mejorado en los tres primeros meses de este año, con 215 pacientes que, en términos anuales, serían 860 procedimientos sobre los 1.900 previstos (el 45%).

Además, han sido numerosas las reclamaciones de pacientes derivados por deficiencias en la calidad asistencial, en su mayor parte a causa de falta de personal y de negativas a ser derivados, ante la clara preferencia de estos usuarios por ser atendidos con recursos propios de Sacyl.

Ante estos indicadores y la falta de avances en la negociación, la Gerencia Regional de Salud «se ha visto abocada a solicitar a la Orden la rescisión del convenio especial de vinculación con su centro asistencial en Burgos».

Sacyl, añade, garantiza la prestación sanitaria que se venía desarrollando en este marco colaborativo a través de medios públicos propios, para lo que se prevé utilizar la planta H 7 del Hospital Universitario de Burgos; el uso, si así fuese necesario de la planta que ha sido habilitada en el Divino Valles para pacientes Covid-19; y la ampliación de diez camas más en este centro socio sanitario, lo que supondrá, una vez ya integrados los ingresos que se realizaban en el Hospital San Juan de Dios, disponer de un margen de más de un 30% sobre la capacidad de estancias médico-quirúrgicas.

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