Miranda sale a la calle en defensa de la sanidad pública

Miranda de Ebro ha vuelto a salir a la calle. En esta ocasión para defender una sanidad pública, universal y de calidad, y protestar contra la privatización del sistema sanitario. Más de un centenar de mirandeses han participado este sábado en la concentración organizada por el Observatorio por Sanidad Pública, en el parque Antonio Machado a las 13:00 horas, en la que el colectivo ha recordado a las administraciones los “problemas crónicos” que sufre nuestro sistema sanitario.

En Miranda, las largas listas de espera y el déficit de profesionales son algunas de las principales problemáticas, si bien la pandemia ha dejado a la luz nuevas deficiencias del sistema, como la demora en los resultados de las pruebas PCR, la ineficacia de sistemas de rastreo, la falta de alternativas al confinamiento domiciliario, o la falta de apoyo de los Servicios Sociales a las personas más desvalidas. A esto hay que sumar el continuo cierre de consultorios y el abandono de la Atención Primaria. 

Con este escenario, desde el colectivo recuerdan que la Junta de Castilla y León sigue financiando mediante elevados convenios anuales infraestructuras sanitarias privadas en detrimento de instalaciones 100% públicas. En Burgos el ejemplo más claro es el hospital San Juan de Dios y el elevado canon anual del Hospital Universitario de Burgos, con 80 millones anuales.

Por eso piden la derogación de leyes que “dan cobertura a estos negocios”, como la Ley 15/97 y de los artículos 67 y 90 de la Ley General de Sanidad. Al mismo tiempo han planteado alternativas para garantizar una sanidad pública y de calidad, como potenciar la Atención Primaria, la búsqueda de alternativas para garantizar el acceso a la sanidad a toda la población, o prohibir el ánimo de lucro en el sistema sanitario. 

Durante la concentración, los organizadores han representado una parodia basada en hechos reales originados por el egoísmo, la picaresca y la falta de respeto hacia la ciudadanía, protagonizada por diferentes cargos públicos que han utilizado su poder en beneficio propio. Los protagonistas eran Fernando Simón, asegurando que no quedan vacunas, y alcaldes, obispos y altos cargos del ejército que ya han recibido su dosis, saltándose todos los protocolos.

Con esta parodia quieren manifestar “su más profundo asco y desprecio por actos tan miserables», en una situación en la que vacunarse se está convirtiendo en la salvación para unos y en un enorme negocio para otros. En este sentido han recordado que las vacunas no pueden ser objeto de mercadeo “porque son de todos”.

Esta protesta se ha repetido por más de medio centenar de ciudades españolas. En la provincia también se han convocado concentraciones en la capital burgalesa y en Aranda de Duero.

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